Menú

El Gobierno asumió el lenguaje de ETA: "Estábamos en guerra"

El Mundo revela hoy que los representantes del Gobierno se plantearon la negociación como un proceso entre iguales.

Las reuniones entre los representantes del Gobierno socialista y la banda terrorista ETA se desarrollaron en un contexto de reciprocidad. Al menos eso es lo que se desprende de las conversaciones que ambas partes mantenías, en las que el Gobierno adoptó el lenguaje y la liturgia de los criminales, tomando sus argumentos por válidos. Calificó de "guerra" el acoso terrorista, equiparando los crímenes de los asesinos, con las detenciones del Estado. 

De ello da muestra la conversación que desvela El Mundo este viernes, en la que se descubre que el Ejecutivo asumió que los 40 años de terrorismo de ETA, y los más de mil muertos formaban parte de "una guerra" entre el Estado y la banda. "Antes de iniciar el proceso, estábamos en guerra" les aseguraron los representantes del Gobierno de Zapatero durante las negociaciones mantenidas, asegurando a los asesinos que "vosotros hacíais unas acciones y nosotros otras. Vosotros matabais y secuestrabais...nosotros deteníamos y abríamos procedimientos judiciales". 

Las declaraciones son lo suficientemente esclarecedoras como para evidenciar que el Gobierno pone al mismo nivel los crímenes de una banda terrorista, que las acciones llevadas a cabo por un Estado de Derecho, conformes a la legalidad y la decencia. 

Sobre estos cimientos fue sobre los que se planteó el proceso de la negociación, según esta conversación entre ambas partes mantenida el 27 de octubre de 2006, tal y como dejan claro las propias actas de ETA. Curiosamente, sólo habían pasado cuatro días desde que la banda había robado más de 300 armas en Francia. 

Si algo pone de manifiesto el descubrimiento de estas conversaciones es que el tratamiento entre los negociadores del Gobierno y los terroristas, es que se desarrollaron entre iguales, dado el lenguaje en que se producían.

Ortega Lara y el robo de armas

Dado que ETA había incumplido su palabra con el robo de armas en Francia, el Gobierno amagó dos veces con suprimir este encuentro producido hace siete años. Las actas revelan que el enviado del Gobierno lo consultó dos veces -el etarra entiende que con Zapatero- y decidió seguir adelante. 

En ella, finalmente se habló de la puesta en libertad de los detenidos recientes y de un grupo de terroristas presos, que estaban enfermos. Entre ellos, se encontraba el secuestrador de Ortega Lara, Jesús Uribetxeberria. Al escuchar el nombre, el representante del Gobierno dijo: "Es el de Ortega Lara, ¿no?"; a lo que los etarras le contestaron: "¿Cómo? Habría que decir que es el que tiene cáncer, ¿no?".

Además de tratar estos asuntos, en esta reunión fue en la que el Gobierno aseguró que iba a cambiar al Fiscal del caso De Juana Chaos, porque se negaba a pedir de dos a cuatro años de prisión. 

Pero lo que concentró toda la atención de la reunión fue el robo de armas por parte de los terroristas el día antes. El Gobierno estaba seguro de su responsabilidad en el delito, y le exigió a la banda un "reconocimiento del hecho por parte de ETA y que se abra un proceso de explicaciones" ya que sostenía que "es la ruptura del proceso de paz en cuanto a que éste se basaba en no detenciones y no aprovisionamiento de armas" aseguraron. 

Violado el acuerdo entre terroristas y Gobierno, este último se mostró dolido con los criminales: "El robo significa un bloqueo de nuestras posibilidades políticas y logísticas en lo que respecta a Francia y Suiza", aseguran las actas.  ¿Y qué era lo pactado con estos dos países? Según les explicó el propio Gobierno: "Existe un teléfono de seguridad pero Francia se encuentra en una situación incontrolada y únicamente acepta no realizar detenciones si mantiene el alto el fuego; y Suiza facilita [el paso de los etarras negociadores] en la medida en que la tregua tenga credibilidad".  El enviado del Ejecutivo les promete que: "Esto va a tener efecto en el tema de presos". 

El Gobierno advirtió a los criminales que "no podemos garantizar que no vayan a producirse detenciones colaterales", aunque "intentemos limitarlas". 

Y aquí es donde se hace referencia a ese lenguaje etarra, que el Gobierno asume sin más complicación: "Los efectos de vuestras acciones eran inmediatos, matabais y morían, secuestrabais y cobrabais el rescate". 

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 10 comentarios guardados