El embajador chavista en Madrid, Isaias Rodríguez ha sugerido que la declaración de los etarras que reconocieron que fueron adiestrados en Venezuela se obtuvo mediante torturas. Dijo que tiene "serias dudas" de que fuese una declaración "voluntaria".
Estas acusaciones llegan un día después del auto del juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, en el que consta que los dos etarras del llamado "grupo Imanol" procesados recibieron adiestramiento en Venezuela del terrorista Arturo Cubillas, alto cargo del Gobierno de Chávez, sobre el que pesa una orden de detención internacional de la Interpol que el régimen se niega a ejecutar.
Esto se suma a la investigación de otro juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, que detalla las conexiones del régimen de Chávez con ETA y los narcoterroristas colombianos de las FARC.
En ambas ocasiones la reacción del Gobierno español, a través del ministro Moratinos, se ha limitado a pedir "información" a Caracas y punto. Ni siquiera ante la posibilidad de que el régimen de Chávez esté amparando el adiestramiento de pistoleros para que maten en España se ha producido una sola queja diplomática.
Ahora que el embajador insinúa que la policía española tortura a los etarras, ni Moratinos ni nadie del Gobierno ha exigido una rectificación en defensa de las fuerzas de seguridad españolas.
Lejos de eso, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha salido en defensa de la dictadura bolivariana, restando credibilidad a la declaración de los etarras, en contra del criterio de la propia Fiscalía que este martes ha dado da "total credibilidad" a la declaración prestada ante la Guardia Civil por los etarras Javier Atristain y Juan Carlos Besance Zugasti y ha subrayado "los etarras, cuando confiesan, confiesan cosas ciertas".