Emilio Suárez Trashorras fue condenado por la Audiencia Nacional a 34.715 años de prisión por haber suministrado, supuestamente, los explosivos del 11-M. La condena fue posteriormente confirmada por el Tribunal Supremo.
A lo largo de la instrucción del sumario, Emilio Suárez Trashorras proporcionó hasta 8 versiones distintas de los hechos, aunque negó en todo momento haber suministrado ninguna dinamita a los supuestos responsables del 11-M.
Sin embargo, después de cambiar recientemente de abogado, saltaba hace escasas fechas la noticia de que, en su recurso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, Trashorras modificaba de nuevo su versión de los hechos y reconocía por vez primera haber suministrado la dinamita con la que se volaron los trenes el 11 de marzo de 2004. En su recurso, su nuevo abogado afirmaba textualmente: "a fin de evitar debates innecesarios y superfluos al objeto del presente recurso, es deseo de mi defendido, apartándose de la estrategia de defensa mantenida hasta el presente, reconocer, como bien expresa la sentencia de la Audiencia Nacional (página 658), que todo o gran parte del explosivo utilizado en el terrible atentado del 11-M y en el suicidio de Leganés que causó la muerte de un policía el 3 de abril, provino de Mina Conchita y que fue mi representado (pero no sólo él) quien lo puso a disposición de Jamal Ahmidan".
Ese cambio de versión coincide en el tiempo con su traslado a la cárcel cántabra de El Dueso, que ha sorprendido a los funcionarios de prisiones. A pesar de que la condena de Trashorras suma miles de años de cárcel y de que ha sido enviado a prisión por participar en el mayor atentado terrorista de la Historia de España, Trashorras ha sido trasladado a una cárcel de baja seguridad, normalmente reservada a reclusos en segundo y tercer grado.
La prisión de El Dueso es conocida por la opinión pública principalmente gracias al reality show de TVE "El coro de la cárcel".