El País ha elegido a Alfredo Pérez Rubalcaba como la firma más adecuada para conmemorar el sexto aniversario de la masacre del 11-M, en una cobertura más bien tímida (ni siquiera la asoma en portada), que incluye también una entrevista con J.M. Rodríguez Uribes , Director de Víctimas del Terrorismo en el Ministerio del Interior.
El artículo de Rubalcaba está co-firmado por la comisaria de Asuntos de Interior de la UE, Cecilia Malström (lo que prácticamente garantiza que ninguno de los dos lo ha escrito realmente).
El texto, también bastante plúmbeo, destaca la importancia del recuerdo y, con los ojos cerrados de forma vergonzosa a la realidad, se atreve a decir que "en España, el Estado de derecho también actuó como debía y todos los terroristas fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia . Los culpables fueron procesados y condenados, están en la cárcel y lo estarán por muchos años".
Además, señala que los terroristas " no alcanzaron su principal propósito , sembrar el terror generalizado", aunque no pocos dirían que el principal objetivo, al que el propio Rubalcaba contribuyó con entusiasmo, era que cambiase el Gobierno.
También muestra una curiosa preocupación por lo que podrían haber sido las consecuencias de la masacre y un enorme alivio porque no se haya generalizado "un sentimiento antimusulmán o un incremento del racismo y la xenofobia contra el mundo árabe, o el Islam".
Idéntica preocupación que muestra el subordinado de Rubalcaba que es entrevistado justo en el espacio por encima de el artículo del ministro del Interior y que se felicita asimismo de que se haya superado " el riesgo de una reacción xenófoba por las propias características de aquel atentado terrorista".
Por supuesto también afirma sin ningún recato que "se han cumplido los principales objetivos que demandaron las víctimas" que eran "lograr que se hiciera justicia" . Por supuesto, sobre los continuos llamados de las propias asociaciones de víctimas como la AVV11-M o incluso la decaída AVT de García Casquero, nada.
El artículo de Rubalcaba está co-firmado por la comisaria de Asuntos de Interior de la UE, Cecilia Malström (lo que prácticamente garantiza que ninguno de los dos lo ha escrito realmente).
El texto, también bastante plúmbeo, destaca la importancia del recuerdo y, con los ojos cerrados de forma vergonzosa a la realidad, se atreve a decir que "en España, el Estado de derecho también actuó como debía y todos los terroristas fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia . Los culpables fueron procesados y condenados, están en la cárcel y lo estarán por muchos años".
Además, señala que los terroristas " no alcanzaron su principal propósito , sembrar el terror generalizado", aunque no pocos dirían que el principal objetivo, al que el propio Rubalcaba contribuyó con entusiasmo, era que cambiase el Gobierno.
También muestra una curiosa preocupación por lo que podrían haber sido las consecuencias de la masacre y un enorme alivio porque no se haya generalizado "un sentimiento antimusulmán o un incremento del racismo y la xenofobia contra el mundo árabe, o el Islam".
Idéntica preocupación que muestra el subordinado de Rubalcaba que es entrevistado justo en el espacio por encima de el artículo del ministro del Interior y que se felicita asimismo de que se haya superado " el riesgo de una reacción xenófoba por las propias características de aquel atentado terrorista".
Por supuesto también afirma sin ningún recato que "se han cumplido los principales objetivos que demandaron las víctimas" que eran "lograr que se hiciera justicia" . Por supuesto, sobre los continuos llamados de las propias asociaciones de víctimas como la AVV11-M o incluso la decaída AVT de García Casquero, nada.