L D (Agencias) "Se trataría del gobierno más débil que hayamos tenido nunca, salvo en 1986 después de la escisión del PNV, y, además, con la actual situación económica, por eso me pregunto si hay algo oculto", explicó en una entrevista en Radio Nacional de España.
En su opinión, podría tratarse de "cálculos electoralistas futuros en el Estado español, que tuvieran sus consecuencias en Cataluña y en Euskadi, o algo relacionado con las próximas elecciones municipales y el mundo de Batasuna".
Urkullu destacó que en las actuales circunstancias, con el PNV como ganador de las elecciones pero con pocas posibilidades de formar gobierno, su partido "quizás" se encuentra en la "pinza formada por el PSOE, el PP y la Ley de Partidos" y, en el otro lado, la "autodenominada izquierda abertzale", que "ha decidido no presentarse a los comicios con el juego de 'cuanto peor, mejor'".
También resaltó que a su formación no le da "vértigo" pasar a la oposición y recordó que gobierna en las tres diputaciones vascas y en numerosos ayuntamientos, a la vez que aseguró: "seremos responsables allá donde nos corresponda".
Urkullu expresó, sin embargo, su preocupación por un "escenario político en el que el único objetivo común entre el PSE y el PP parece que es desalojar a Ibarretxe, y no se plantean bases comunes de políticas sectoriales". "La sociedad vasca –añadió– no ha primado el cambio, sino que ha reforzado con sus votos al PNV; si estamos en la oposición es porque nos han echado", puntualizó.
El dirigente del PNV también mantuvo que el PSE y el PP tienen "concepciones contrapuestas sobre el autogobierno, al menos en el plano teórico, y si Patxi López es lehendakari con los votos del PP, quien marcará las pautas del desarrollo del autogobierno será el PP".
Sobre la conversación telefónica que mantuvo con José Luis Rodríguez Zapatero tras los comicios, Urkullu explicó que se produjo antes de comenzar la ronda de contactos con otros partidos y tras unas declaraciones en las que el presidente del Gobierno recomendó al PNV "saber estar" en la oposición.
"Le llamé yo –relató– para recordarle que hemos ganado las elecciones, y también le pregunté cómo se veían las cosas desde Madrid. Creo –añadió– que el PSE es el interlocutor, pero otra cosa es que funcione con el mando a distancia en Madrid"