L D (Agencias) Bilbao clausuró en Bilbao el ciclo de conferencias "25 años de la Ley de Territorios Históricos", organizado por la Fundación Sabino Arana, según informó esta entidad en una nota. En su alocución, el diputado general de Vizcaya, del PNV, recordó los "estrepitosos fracasos" del pacto de Estella entre partidos nacionalistas y del "frente del no del PSE y el PP".
El diputado general vizcaíno dijo que ninguna de las "cuatro corrientes" políticas vascas –"nacionalismo democrático, la derecha españolista, el socialismo y la izquierda que se autodefine como abertzale"– tiene capacidad por sí sola de "liderar en solitario el presente y el futuro de Euskadi". Por ello, defendió la necesidad alcanzar "un gran entendimiento" y un "gran acuerdo" que "no puede ser articulado más que por el mundo socialista y el mundo nacionalista democrático".
Este acuerdo, dijo Bilbao, debería permitir "superar el conflicto político", "construir un nuevo marco jurídico-político con garantías de respeto y cumplimiento", y "articular la capacidad de decidir nuestro futuro". "Un acuerdo válido para la siguiente generación. Un acuerdo que debe estar sustentado por el mundo nacionalista democrático y el mundo socialista. Con generosidad, altura de miras, responsabilidad y visión de Estado", sostuvo el dirigente peneuvista. Sin embargo, matizó que para que esto sea posible "es necesario que ambas partes estén dispuestas a ello y hoy por hoy no parece que el PSE esté por la labor".
Bilbao vatición que le llamarán "vendepatrias, blando y melifluo" por propugnar un pacto con los socialistas y añadió: "Me da igual. Cuando hablamos de sociedad, de país, estamos hablando en primer lugar de personas, no de conceptos etéreos".
El diputado general señaló de que en el seno del PNV existe "la permanente tentación de la radicalidad y una preocupante tendencia cainita interna" y alertó que "sólo son responsabilidad y visión de futuro puede seguir siendo el cauce central de la sociedad vasca", lo que implica "acuerdos con un amplio respaldo social, político y electoral de forma que sea posible gobernar".
El diputado general vizcaíno dijo que ninguna de las "cuatro corrientes" políticas vascas –"nacionalismo democrático, la derecha españolista, el socialismo y la izquierda que se autodefine como abertzale"– tiene capacidad por sí sola de "liderar en solitario el presente y el futuro de Euskadi". Por ello, defendió la necesidad alcanzar "un gran entendimiento" y un "gran acuerdo" que "no puede ser articulado más que por el mundo socialista y el mundo nacionalista democrático".
Este acuerdo, dijo Bilbao, debería permitir "superar el conflicto político", "construir un nuevo marco jurídico-político con garantías de respeto y cumplimiento", y "articular la capacidad de decidir nuestro futuro". "Un acuerdo válido para la siguiente generación. Un acuerdo que debe estar sustentado por el mundo nacionalista democrático y el mundo socialista. Con generosidad, altura de miras, responsabilidad y visión de Estado", sostuvo el dirigente peneuvista. Sin embargo, matizó que para que esto sea posible "es necesario que ambas partes estén dispuestas a ello y hoy por hoy no parece que el PSE esté por la labor".
Bilbao vatición que le llamarán "vendepatrias, blando y melifluo" por propugnar un pacto con los socialistas y añadió: "Me da igual. Cuando hablamos de sociedad, de país, estamos hablando en primer lugar de personas, no de conceptos etéreos".
El diputado general señaló de que en el seno del PNV existe "la permanente tentación de la radicalidad y una preocupante tendencia cainita interna" y alertó que "sólo son responsabilidad y visión de futuro puede seguir siendo el cauce central de la sociedad vasca", lo que implica "acuerdos con un amplio respaldo social, político y electoral de forma que sea posible gobernar".
José Luis Bilbao es un hombre muy cercano al actual presidente de la Ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu. De hecho, su figura centró uno de los primeros envites que lanzaron y ganaron los dirigentes vizcaínos del PNV, con Urkullu a la cabeza, al por entonces todavía máximo dirigente del partido, Javier Arzallus. En 2003, en plena elección interna de quién sería candidato a presidir la Diputación vizcaína, Urkullu y sus correligionarios consiguieron que José Luis Bilbao fuera elegido para optar al puesto, en detrimento de Josu Bergara, en aquel momento diputado general del territorio y candidato a la reelección de Arzallus.