El líder del PP, Mariano Rajoy, decidió enviar a su responsable de Comunicación, Esteban González Pons, a la frontera de Melilla con un doble objetivo. Primero, para poner el acento en que su partido defiende como nadie los intereses patrios frente a Marruecos y, segundo, para dejar en evidencia la inacción del Ejecutivo, que ha solventado con media docena de comunicados y una declaración pública del ministro Rubalcaba un conflicto que, ni mucho menos, está apaciguado.
Así las cosas, lo primero que hizo González Pons nada más pisar suelo melillense, el lunes, fue acudir al conflictivo puesto de Beni-Enzar, donde se pueden ver las pancartas contra las policías mujeres y se bloquea la entrada de mercancías a la Ciudad Autónoma.
Posteriormente, el vicesecretario general visitó los otros pasos fronterizos que separan España con Marruecos y participó en un acto del mes de Ramadán, donde tomó parte de lo que se conoce como "ruptura del ayuno", informa EP.
Ya este martes, Pons se reunió con el presidente, Juan José Imbroda, así como con representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP), de la Guardia Civil y del resto de autoridades locales.
Una visita con la que el PP, según González Pons, "toma la iniciativa" ante la "dejación de funciones" de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, fuentes populares de Melilla incluyen un "pero" en esta declaración. Agradecen el gesto del diputado nacional, dirigente "de guardia" estos días en la sede nacional del PP, pero echan en falta que su líder, Mariano Rajoy, no haya sido el que se haya desplazado a Melilla.
En este sentido, estas mismas fuentes recalcan que Rajoy se trasladará el miércoles a Madrid para presidir el Comité de Dirección del partido, por lo que "no habría trastocado en exceso sus vacaciones si hoy hubiera venido aquí a respaldar a España y a todos los ciudadanos".
Desde la dirección nacional del PP se justifica el desplante de Rajoy, y recalcan que "una hipotética visita habría traído de forma paralela un aumento de la tensión". "Con la asistencia de Esteban queda claro el respaldo de nuestro partido y, además, evitamos que puedan producirse nuevos problemas", argumenta un miembro de la cúpula, en conversación informal con Libertad Digital. Del informe que González Pons traslade al presidente popular saldrá la postura final del PP, que será dada a conocer tras la reunión de maitines.
La Policía denuncia abandono, según Pons
Tras conocer de primera mano la situación fronteriza, el vicesecretario del PP reconocía la "máxima tensión" que existe en los pasos que conectan a España con Marruecos. Por ello, instó al ministro Rubalcaba a que, antes de acudir a Rabat, se desplace a Melilla para escuchar la versión de "los suyos". También pide a los titulares de Exteriores e Igualdad, Miguel Ángel Moratinos y Bibiana Aído, que suspendan inmediatamente sus vacaciones.
"Los españoles no pueden contar con ZP", se quejó Pons, que también ha criticado "el silencio" del Ejecutivo y ha apuntado que "debería de haber venido algún ministro antes que no nosotros". "Pero ni antes ni después; cuando España necesita a Zapatero, Zapatero no está", zanjó, para urgir en la herida de los socialistas madrileños: "tiene demasiado problemas en el PSM como para ocuparse de los de Melilla", se quejó.
Por ello, reclamó a Zapatero que "apoye a los nuestros, les defienda" y que éstos "no tengan la sensación de que nos han abandonado", como por otra parte lo "cree la Policía y la Guardia Civil".
"Se quejan de abandono, de falta de medios", ha desgranado, para a renglón seguido recalcar que el asunto al que más tiempo ha dedicado durante su visita a Melilla ha sido el de "la situación de las mujeres".
"Tenemos dos opciones: retirar a las mujeres de la frontera porque alguien pueda considerarlo una provocación o mantenerlas. El derecho de igualdad es sagrado, pero hay que mantenerlas con todas las consecuencias. Hay que defenderlas y protegerlas", argumentó Pons, en una rueda de prensa en la sede popular de la ciudad.
Imbroda también quiso tomar la palabra: "Las autoridades de allí" están permitiendo los carteles blasfemos contra las agentes. Extremo en el que Pons también hizo mención a las muchas dificultades que los periodistas españoles están teniendo para retratar la situación. "Tienen derecho a informar y a filmar lo que ocurre, la libertad de expresión tiene que estar hasta donde llegue", proclamó, después de conocerse que la Policía marroquí retuvo durante seis horas a dos periodistas de La Razón.
Ante este panorama, González Pons exigió al Gobierno todas las gestiones diplomáticas necesarias para recuperar una "zona de nadie" para evitar un conflicto grave que, advirtió, puede llegar a producirse. También manda un mensaje al país vecino: "Con el respeto debido, fraternalmente, ponga orden en su lado".