Será una ruptura sobre el papel, pero no en la práctica. Tanto es así que el Partido Popular anuncia el fin del pacto de Gobierno con Coalición Canaria en las Islas, pero deja en el aire cuándo abandonarán las consejerías en su poder. El propio José Manuel Soria se mantendrá por el momento al frente de la vicepresidencia del Ejecutivo.
Esta "quiebra" tampoco supondrá la caída del actual Gobierno regional, ni la convocatoria de elecciones, ni nada de nada. Y es que, según las fuentes consultadas por Libertad Digital, el PP se compromete a dar "estabilidad" hasta el fin de la legislatura hasta el punto de que votará a favor de los Presupuestos; partidas elaboradas, en buen número, por los populares.
Con este sorpresivo movimiento que debería acabar con tres años de alianza, los populares reconocen que lo único que les mueve es el interés electoral. Dicen que quieren verse con las manos libres de cara a las próximas elecciones regionales, que se celebran en 2011. "Podremos hacer nuestro discurso sin estar atados a gente -en relación a CC- que defiende el mar canario y dice sí a los Presupuestos de Zapatero", arguye un miembro de la dirección nacional.
Un hilo argumental que no se entiende sin los últimos sondeos en manos de Soria, y que le dan como ganador en los próximos comicios por mayoría absoluta. El objetivo ahora es "mejorar aún más esos resultados". "Es muy difícil, pero lo podemos conseguir", aseguran los estrategas del PP, que destacan que la tendencia es "al alza". O dicho de otra forma, quieren hacer ver que han roto con los nacionalistas porque creen que les dará a votos, pero no rompen de verdad porque creen que les perjudicaría. Puro cálculo electoral.
La estrategia no es nueva, al final de la pasada Legislatura el PP ya rompió con el Gobierno que presidía el nacionalista Adán Martín. Después de las elecciones, volvió a pactar con los nacionalistas canarios.
"No ha sido una decisión fácil pero el PP ha dado por finalizada la etapa de gobierno con CC", solemnizaba Soria en una concurrida rueda de prensa, tras el Comité Ejecutivo que la formación ha celebrado de urgencia y en la que se han vivido momentos muy tensos, según las fuentes consultadas. El motivo: varios barones han rechazado la ruptura, que ven harto "personalista".
Mariano Rajoy ha estado en permanente contacto con Soria. De hecho, su conversación esta mañana provocaba una retahíla de desmentidos y rectificaciones que hacía aún más liosa la historia.
A primera hora, y ante los micrófonos de Punto Radio, el presidente de los populares canarios lanzaba el órdago: "no debemos seguir apoyando al Gobierno de Coalición Canaria", dijo, en relación a su respaldo a las cuentas de Zapatero. Dos horas más tarde, en los pasillos del parlamento regional, reculaba: "no hablaremos en términos de ruptura de CC en el Gobierno regional".
"El PP no va a llevar a cabo ninguna acción traumática", recalcó, a la par que reconoció que le "apetecía" continuar en el Gobierno de Paulino Rivero. Rajoy, paralelamente, mostraba su malestar porque estas maniobras restaban "importancia" a su discurso en el debate presupuestario, que se celebraba en las Cortes nacionales, si bien daba su apoyo a Soria, al que pedía no tomar decisiones "traumáticas".
Mientras, el debate se trasladaba al seno de la formación, que se convertía en un hervidero de rumores a través de SMS y en el que ya de primeras se ponía en entredicho el modo en el que se había gestionado la crisis. La mayoría de los consultados, eso sí, se mostraba a favor de la ruptura porque "el PP en Canarias ahora tiene proyección de gobernar y no podíamos asumir las barbaridades propuestas al Gobierno".
En palabras de Soraya Sáenz de Santamaría, Soria ha optado por "la mejor opción para Canarias, que no es precisamente lo que ha acordado CC" al apoyar "unos presupuestos de recortes, subida de impuestos y congelación de las pensiones". Una decisión, insisten, que "aunque con matices" se ha tomado "en consonancia" con la dirección nacional.