En menos de 24 horas, el Partido Popular ha llevado al ruedo parlamentario, en dos ocasiones, la brecha interna del PSOE. En el Senado, fue Pío García Escudero quién interpeló al mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero sobre el melón de la sucesión. En el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría le pidió menos "ruido" al que, según muchas voces, será su sucesor: Alfredo Pérez Rubalcaba.
Unos guiños al desmembramiento socialista, nada casuales, que ponen en evidencia el interés desde las filas populares y que dejan entrever la estrategia ya seguida por Mariano Rajoy en otros temas; la de no mojarse él pero sí ordenar que lo hagan sus primeros espadas, informan fuentes solventes.
En su primer rifirrafe con el vicepresidente Rubalcaba, una vez recuperado de sus problemas de salud, la portavoz del Grupo Popular utilizó la crisis económica para lanzar un primer órdago envenenado: "La pregunta era fácil, no le he preguntado sobre qué es lo que va a decidir Zapatero en abril", le espetó, en referencia al Comité Federal del día dos en el que, según algunas fuentes, el presidente anunciará que se marcha.
Sáenz de Santamaría no se quedó ahí y, tras quejarse de que el Ejecutivo se rija por "el pinganillo de Bruselas", remachó: "Tanto ruido tienen dentro de su partido que no escuchan lo que dice la gente fuera". El titular de Interior rehusó el debate, más aún teniendo a Zapatero a su lado, y se centró en las descalificaciones: "De economía va a usted regulín", se mofó.
En el control en la Cámara Alta el debate fue más intenso, con el morbo de ser Zapatero quién respondía. "Acabe con esta incertidumbre", le emplazó García Escudero. El presidente, visiblemente molesto pero a su vez jaleado por su bancada, echó mano de la ironía: "Le agradezco los consejos que da al PSOE; todo el mundo sabe que son bienintencionados".
Zapatero y Rajoy, otra vez economía
Volviendo al Congreso, Zapatero y Rajoy centraron -una semana más- su cara a cara en la situación económica y, en concreto, en las medidas llevadas a cabo por el Gobierno para crear confianza y atraer la inversión. "No sé cuáles son, pero eficacia ninguna", sentenció el jefe de la oposición, que exigió -a su forma- un adelanto electoral: "Cuanto más tiempo estén ustedes peor para España. Con usted la recuperación va a ser imposible. Usted tendrá que decidir cuánto tiempo vamos a tener que estar esperando", relató.
El presidente negó la mayor y, envalentonado, acusó al jefe del PP de "desconocer" los proyectos del Ejecutivo y "no aportar" medida alguna para sacar al país de la recesión. "Oculta o ignora", concluyó. Ya en los pasillos, desde el PP se le recordó las decenas de iniciativas llevadas a la Cámara y que contaron con el rechazo del PSOE.