El viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, ha pedido "respetar" el trabajo del Tribunal Constitucional y darle así el tiempo que necesite para fallar en los recursos sobre el nuevo Estatuto catalán, aunque este plazo sea de aquí a dos semanas o vaya más allá de las catalanas de 2010.
En una entrevista con la Agencia Efe, Iceta ha recordado que el TC tiene pendientes desde hace casi diez años asuntos como el de la ley de selecciones deportivas catalanas y, preguntado sobre la posibilidad de que el PSC tenga que afrontar la campaña de las catalanas sin una sentencia, Iceta ha asegurado: "No tenemos prisa".
El dirigente socialista, que en todo momento ha rechazado participar de la "realidad virtual" que supone debatir sobre una sentencia que aún se desconoce, ha ironizado que, en estos momentos, seguramente "ni los propios magistrados del TC" saben cuándo emitirán la sentencia sobre el texto autonómico catalán.
"Si decimos que se tiene que respetar a los tribunales, también se les tiene que respetar en sus procedimientos y mecanismos. Cuando venga la sentencia, vendrá. No depende de nosotros", ha aseverado.
Iceta, que en todo momento ha redoblado el convencimiento de su partido de que el Estatuto es "plenamente constitucional", ha asegurado que el Gobierno tripartito tiene la "obligación de gobernar hasta final de la legislatura aplicando el nuevo Estatut".
El portavoz del PSC ha rechazado que exista inseguridad jurídica después de tres años de aplicación del Estatut sin la sentencia del TC, puesto que es una ley "plenamente vigente" que hay que desarrollar en todas sus potencialidades.
Preguntado sobre si el PSC aboga por un cambio legal que permita en el futuro que el TC no pueda modificar un Estatuto tras ser refrendado por el pueblo catalán, Iceta ha rechazado entrar en el fondo del asunto porque "las reglas del juego son las que son y ya las conocíamos" antes de iniciar el proceso de reforma estatutaria.
No obstante, Iceta ha asegurado que "en el futuro ya daremos nuestra opinión" y ha recordado que Jordi Solé Tura, ex ministro socialista, ya planteó cuando se elaboró la Carta Magna el inconveniente de que el TC tenga la última palabra.