El último capítulo del "culebrón" de Benidorm se produjo este martes. Presionada, quizás, por parte del PSOE, molesto con la polémica de la candidatura municipal de un tránsfuga en un escándalo que salpica de lleno al partido, Leire Pajín anunció que no participaría en "la decisión del órgano federal correspondiente respecto a esta candidatura". Con sus palabras trataba de rebajar la tensión en torno al alcalde tránsfuga, que le salpica de lleno: su madre, Maite Iraola, comparte filas con Agustín Navarro.
Este miércoles, Manuel Sánchez en El Mundo da por hecho que con esta última maniobra Agustín Navarro termina de tener el camino despejado para ser candidato. Explica el diario que una vez nombrado cabeza de lista como independiente y tras haber obtenido el aval de Jorge Alarte –"respetaremos la decisión", dijo–, el último escollo sería obtener el visto bueno del Comité Federal del partido. Pero como éste vota de forma conjunta las listas, lo más seguro es que no haya objeciones a la candidatura. Sólo tendría problemas para prosperar si alguien pidiera una votación separada el próximo 23 de octubre.
Con su proclamación como candidato culminaría la serie de despropósitos en que se ha convertido en estos meses el culebrón de Benidorm, con graves implicaciones a nivel nacional por el hecho de que una de las socialistas que arrebató la alcaldía al PP gracias a un tránsfuga fue Maite Iraola, la madre de la número tres del PSOE
Esa circunstancia forzó al partido a aparentar un plus de exigencia ante una nueva violación del pacto antitransfuguismo de los dos principales partidos. Tras la moción de censura que convirtió a Navarro en alcalde y su supuesta expulsión del PSOE, trascendió que su abandono de filas no lo fue tanto: los supuestos ex socialistas seguían pagando religiosamente sus cuotas. Después, el PPCV denunció que tenían lista la carta de reingreso a falta del visto bueno de Ferraz. Lo último ha sido la candidatura de Agustín Navarro como "independiente" en las listas para los próximos comicios. Y ahora, el PP denuncia que en realidad, el grupo socialista de Benidorm nunca se disolvió. Ni el PSOE se lo pidió ni ellos mismos lo hicieron. Así lo admiten ellos mismos en el recurso que han presentado contra una demanda del Gobierno valenciano para exigir que se conviertan en concejales no adscritos al haber, supuestamente, dejado el PSOE.
En el escrito presentado por los abogados, se afirma, a modo de argumento para responder a la Generalidad valenciana, que desde la constitución de los grupos municipales popular y socialista tras las elecciones de mayo de 2007:
"No se ha producido ninguna variación, ni modificación, del grupo municipal socialista, siendo la única modificación producida precisamente en el grupo municipal popular mediante la presentación de escrito por el concejal señor Bañuls notificando el abandono de dicho grupo, pasando a ser considerado como concejal no adscrito".
Añaden que el abandono de un partido político, "que no expulsión, precisa de una actuación positiva, de una declaración de voluntad de los propios concejales, y dicha expresión de voluntad no consta formalizada ante el ayuntamiento de Benidorm". Es decir: según explican los propios abogados del consistorio, Navarro y sus compañeros no disolvieron el grupo municipal socialista ni llevaron al Ayuntamiento su supuesto abandono del PSOE. Añaden que "la afiliación política de una persona no es un dato que se proporcione al Ayuntamiento, ni es un dato que se pueda solicitar a una persona, ni se está obligado a proporcionarlo" ni es necesaria esa afiliación para "ser elegido" en unas elecciones.