L D (Agencias) Un artefacto ha estallado entre los kilómetros 140 y 142 de la carretera A-8 en la localidad cántabra de Ontón, después de que esta mañana la banda terrorista ETA avisara de la colocación de cuatro explosivos en diferentes carreteras. La explosión, de "baja potencia" según indicaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno, se produjo en un camino vecinal bajo un viaducto de la carretera y no ha causado daños personales ni materiales en la vía, que había sido cortada al tráfico. La circulación ya está reanudada en ambos sentidos.
El delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez, explicó que el artefacto contenía "no más" de tres kilos de explosivo y dejó un "cráter" de unos dos metros. Indicó también que se ha inspeccionado el viaducto y no se ha encontrado ninguna grieta que pudiera producir alarmas. Según dijo, no se han registrado heridos y los daños son "inexistentes".
El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, ya se ha manifestado sobre el atentado. Revilla señaló que "hoy y ayer" han sido "malos momentos" para esta comunidad autónoma, donde en apenas 24 horas han estallado dos artefactos colocados por ETA y consideró que la bomba de este jueves, aunque no provocó daños, paró la autovía A-8, lo que equivale, según él, a parar la región. Así, la explosión, según explicó, ha "perturbado completamente la vida de los ciudadanos, porque ha estado cortada la autovía por espacio de más de tres horas".
Dos artefactos siguen sin encontrarse
El comunicante, que llamó a las 06,35 a la Asociación de Ayuda en Carretera de Guipúzcoa (DyA), dijo hablar en nombre de ETA y avisó además de la colocación de otros tres artefactos en diversos puntos de la red viaria que enlaza el País Vasco con otras Comunidades. Advirtió de que las bombas harían explosión entre las siete y las nueve de la mañana, según informó el Departamento vasco de Interior.
Sin embargo, el artefacto situado en la provincia de Burgos sigue sin encontrarse. La Guardia Civil y la Policía localizaron en un puente sobre la A-1, en la localidad de Miranda de Ebro, un saco sospechoso con el anagrama de ETA, cerca del punto kilométrico citado por el comunicante, que había advertido de su ubicación en la carretera que une Vitoria y Burgos, entre los kilómetros 76-74. Sin embargo, según fuentes del Gobierno, el paquete no contenía explosivos. El tráfico en la zona, que se cortó sobre las 8 de la mañana, ya se ha restablecido. Los agentes prosiguen la búsqueda
Otro de los artefactos que buscaban, ubicado según la llamada en la A-68, de Pamplona a Zaragoza, en el punto kilométrico 247-245, en el término municipal de Gallur, no ha sido encontrado. Las Fuerzas de Seguridad rastrearon varias veces la zona hasta las 11:00 horas sin que encontraran ningún artefacto, por lo que pasadas dos horas del plazo dado por la banda terrorista, se abrió al tráfico la carretera. Sin embargo, los agentes continúan rastreando por la zona, cuyas dimensiones han sido ampliadas.
Además, otro comunicante anónimo alertó de la colocación de un artefacto en la oficina de Correos de Lasarte con una llamada a la Policía municipal. El aviso, sin embargo, resultó ser también falso y ya se ha levantado el cordón policial.
Segunda explosión
El cuarto artefacto sí hizo explosión. Se trataba del colocado en la N-111 entre Pamplona y Logroño al filo de las diez horas en el término de Viana, en Navarra. Según la Delegación del Gobierno, la bomba, de "pequeña magnitud", no ha causado daños. El artefacto fue colocado a 10 metros del kilómetro 83,300 de la carretera nacional. La zona había sido acordonado por Guardia Civil después de que el comunicante anónimo avisara en nombre de ETA de la colocación del explosivo entre los puntos kilométricos 83 y 85 de la vía. El tráfico en la carretera N-111 ha quedado ya restablecido aunque agentes de la Guardia Civil permanecen en el lugar de la explosión para concluir sus labores de inspección.