(Libertad Digital) En La Mañana de la COPE, Alberto Fernández Díaz ha denunciado que "es evidente que el Consejo Audiovisual de Cataluña no puede seguir esta senda de politización y de sectarismo a la hora de emitir sus determinados dictámenes". Se refería así al silencio del CAC tras el escándalo protagonizado por el actor gallego Pepe Rubianes en TV3.
El dirigente popular argumenta sus acusaciones de politización al recordar que el presidente del CAC, Josep María Carbonell, procede de los órganos de dirección del PSC y fue diputado del PSC. "El CAC lo que tiene que intentar si pretende tener una mínima credibilidad, que a mi entender la tiene absolutamente perdida, es hacer un seguimiento y dictaminar sobre cuál es la información que están vertiendo los medios de comunicación públicos en Cataluña y en concreto TV3".
Impunidad de TV3 y silencio del CAC
Así, Fernández Díaz recordaba que este miércoles "teníamos un exponente más en un programa de divertimento en el cual el actor Pepe Rubiales, por llamarlo de alguna manera, confirmaba lo que no es extraño encontrar en esos programas de entretenimiento de TV3, es decir, el divertimiento a base de insultar a los mismos y reírse siempre de los mismos, es decir, crítica sin límite al PP y despreciar los sentimientos de todos aquellos catalanes que nos sentimos españoles. Y todo ello, con la impunidad de la dirección del ente publico de TV3, la corporación catalana, y asimismo con la pasividad del CAC".
Ante este tipo de acontecimiento, el dirigente popular justifica las iniciativa del PP: "Es lógico que en el PP hayamos pedido explicaciones y en ese sentido el CAC debería actuar de oficio antes de que se extinga su función si continua en esta línea de politización".
Zapatero y las pretensiones del CAC
Este jueves por la noche Zapatero se refirió al CAC al ser entrevistado por Iñaki Gabilondo en la Cuatro. El presidente del Gobierno dijo que ningún tipo de organismo administrativo dependiente de un Ejecutivo debería tener potestad para intervenir en la libertad de expresión de un medio de comunicación, ya que el único límite a esa libertad está en manos de los tribunales.