L D (Europa Press) Manuel Fraga presidió este viernes la cumbre del PP, que reunió en una casa de turismo rural de Cangas (Pontevedra) a los siete presidentes autonómicos con los que cuenta este partido y los de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, Fraga censuró que el Gobierno socialista "juega a poner en riesgo" los logros conseguidos desde la "ejemplar" transición política española y la promulgación de la Constitución de 1978, en cuya redacción él participó.
El presidente gallego alertó de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "confunde las reformas para mejorar" los estatutos de autonomía vigentes "con rupturas constitucionales que amenazan la viabilidad del Estado" y la "convivencia solidaria y en paz de todos los españoles". Fraga confesó a sus homólogos de Madrid, Valencia, Castilla y León, Islas Baleares, La Rioja, Murcia, Melilla y Ceuta que "el hilo conductor" de su vida política ha girado "siempre" en torno a los principios del reformismo y "la confianza en el papel equilibrador de las instituciones políticas". "Los he defendido permanentemente y han inspirado la acción de gobierno del PP" en las diversas administraciones que ha gobernado, aseveró.
Por ello, frente a los que "juegan a poner todo esto en riesgo", subrayó el compromiso del PP "con estas ideas" y reafirmó "la fuerza y vitalidad" del "proyecto de futuro" de su partido. El candidato popular a la reelección presentó también como su "principal aportación" al frente de la Xunta el que "todos los gallegos se autoidentifican como miembros de una comunidad culturalmente diferenciada, pero plenamente integrada en España y en la Unión Europea, con hondas raíces asentadas en América y solidaria con todos los países del mundos".
Gallego y español
Fraga reclamó como un logro personal de su gestión que Galicia está "afianzada en su propia personalidad" a la vez que es "consciente de su perfecta y compatible identidad gallega y española", ya que su gabinete, dijo, no utilizó las posibilidades del autogobierno "para fomentar el enfrentamiento, la insolidaridad, la división o el victimismo disgregador". Así, destacó su trabajo "desde la lealtad institucional, la concordia, el diálogo y la integración" y prometió que esos seguirán siendo los vértices de su acción gubernamental si revalida la mayoría absoluta el 19 de junio.
El presidente fundador del PP ofreció a los gallegos su proyecto "a largo plazo" para conseguir "una Galicia mejor, una España más fuerte, integrada en una Europa más unida, vinculada con firmes lazos fraternales con América". Además, puso a Aldán –la parroquia del municipio pontevedrés de Cangas que acogió la cumbre de presidentes autonómicos del PP– como ejemplo de la "modernización de Galicia". Visiblemente emocionado y con la voz entrecortada, calificó de "histórico" este cambio "de los que se ven, se tocan y se sienten" para minimizar el que ofrece su contrincante del PSdeG, Emilio Pérez Touriño. "Hay un señor que habla de cambio, nosotros lo hemos hecho", sostuvo.
La cumbre de los presidentes autonómicos del PP dio la oportunidad a Rajoy de coincidir con el presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar --que el pasado mes de septiembre amenazó con abandonar el partido si continuaban las injerencias de la dirección nacional--. "Veo calor en la gente, que está más animada, la veo mejor que otras veces", le dijo Baltar al presidente nacional del PP, que llegó con unos 15 minutos de retraso al acto debido a que había "un atasco", tal y como disculpó ante Fraga.