LD (Europa Press) Alberto Ruiz-Gallardón ha reclamado que se haga "la justicia que se debe" con el presidente fundador del PP, Manuel Fraga, como "servidor del Estado y de sus conciudadanos" y como "patrimonio para todos los españoles", ya que, a su parecer, el caso del político gallego es "el más flagrante que actualmente se puede encontrar de esta clase de agravio".
"Hay hombres cuya obra se confunde con el paisaje y el tiempo de un país. Hombres sin quienes sería imposible entender la realidad de éste, y a los que, paradójicamente, no se hace la justicia que se debe, precisamente por ese carácter esencial y cotidiano de su aportación", consideró el primer edil.
Para Gallardón es "imperdonable" que "todavía no se haya tributado el necesario reconocimiento" a Fraga quien, en palabras del alcalde madrileño, es "el impulsor de la derecha liberal española, precursor temprano del centro político en España y ponente cualificado de la Constitución".
"La deuda que los españoles de todas las ideas tenemos contraída con don Manuel Fraga es inmensa y su cuantía no pueden fijarla las coincidencias o las discrepancias políticas, sino que viene determinada por el valor incalculable del sistema de libertades que disfrutamos. Éste no hubiera sido posible sin Fraga, en cuya figura corresponde además el mérito de no haber cesado en su actividad política e intelectual en décadas", apostilló.
Así, la herencia de Fraga consiste fundamentalmente en que "construyó, con muy pocos mimbres, una derecha democrática y factible" en la que se integraron personas de diferentes procedencia sin las cuales la democracia "hubiera padecido un desequilibrio hacia la izquierda de tales proporciones que la propia Constitución y el futuro del país hubieran acusado la misma parcialidad e inevitable inestabilidad que lastró y condenó a la Segunda República", continuó el popular madrileño.
Y para concluir, el alcalde de Madrid subrayó que "ya lo dijo don Manuel este verano, con escándalo para algunos, que él estaba con Obama que, por cierto, está formando un Gobierno pragmático de salvación nacional antes que un gabinete de ideólogos, y menos aún de ideólogos de izquierdas", finalizó Gallardón, dando paso entonces a la intervención de Fraga.