Víctor García Hidalgo era el director general de la Policía Nacional durante el chivatazo a ETA y ahora es el principal imputado del caso Faisán. Ahora, entre sus allegados dice sentirse sólo y abandonado por el Ejecutivo que le colocó en el puesto.
De este modo, aseguran que "Rubalcaba se ha ocupado de librar a Camacho y a mí me ha dejado tirado". Y es que García Hidalgo fue destituido por Rubalcaba cuatro meses después del chivatazo y después de que el ministro del Interior conociera que el director general de la Policía aparecía en los informes.
Además, Hidalgo denuncia el doble rasero del ministro del Interior. Considera que mientras que a él se lo han quitado de en medio Rubalcaba se ha dedicado a proteger a su segundo, al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.
En los informes aparece el tráfico de llamadas entre García Hidalgo y el jefe superior de Policía del País Vasco aunque también aparece el número de la subsecretaria de Interior utilizado hasta hace pocas fechas por el propio Antonio Camacho.