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Guerra dice que "nadie", salvo los políticos, "se cree" que Andalucía sea una nación

El preámbulo del proyecto de su nuevo Estatuto define a Andalucía como una "realidad nacional", un término que ha generado el enfrentamiento entre el PSOE y el PP. Sin embargo, a juicio de Alfonso Guerra, "ese debate no existe" entre los andaluces, que son, según él, los ciudadanos "más universales que se pueda encontrar". El dirigente socialista dijo que él no cree que Andalucía sea una nación y añadió que eso "no lo cree nadie" en esa comunidad "mas que los políticos". Guerra también tuvo palabras para Bono: a su juicio, "tendría que haber sido un dignatario de la Iglesia".

El preámbulo del proyecto de su nuevo Estatuto define a Andalucía como una "realidad nacional", un término que ha generado el enfrentamiento entre el PSOE y el PP. Sin embargo, a juicio de Alfonso Guerra, "ese debate no existe" entre los andaluces, que son, según él, los ciudadanos "más universales que se pueda encontrar". El dirigente socialista dijo que él no cree que Andalucía sea una nación y añadió que eso "no lo cree nadie" en esa comunidad "mas que los políticos". Guerra también tuvo palabras para Bono: a su juicio, "tendría que haber sido un dignatario de la Iglesia".
L D (Europa Press) En declaraciones a Antena 3, Alfonso Guerra añadió que la universalidad de los andaluces se debe a que "han aceptado todas las invasiones culturales que ha habido en la historia". Y admitió estar preocupado por que la marca de España esté perdiendo peso en el interior del propio país, mientras que gana fuerza en el exterior y mencionó como causa la dictadura franquista, un periodo que costará superar, bajo su punto de vista, "al menos 100 años".
 
Guerra consideró que una de las cosas "más terribles" que provocó el franquismo fue "que aquel que no era franquista, que era demócrata, inmediatamente" militó en la izquierda y seguramente en otras circunstancias "hubiera sido un dirigente de la derecha". Preguntado si podría aplicarse esto a José Bono, respondió que en su caso "tendría que haber sido un dignatario de la Iglesia". Del ex ministro de Defensa, señaló que cree que estaría bastante tiempo alejado de la política porque los motivos personales que arguyó "son reales".
 
El presidente de la Comisión Constitucional reconoció que en el actual Ejecutivo, respecto al de Felipe González en 1982, "quizás el retumbar de tambores ha sido más fuerte del debido" en alguna de las modificaciones que ha emprendido y que afectan a las tradiciones "más seculares" de la gente. Explicó que, por ejemplo, cuando el Gobierno del que él formaba parte llevó a cabo la ley del aborto, él, que era responsable de las relaciones con la Iglesia, llegó a un cierto pacto para que ambas partes evitaran el ruido. "Aquí se ha hecho quizás más ruido – en relación a la ley del matrimonio homosexual– y eso es lo que puede darle una apariencia" de radicalidad.
 
El ex vicepresidente del Gobierno señaló que para él, "la legitimidad democrática nace en 1978" y admitió percibir ahora, "como en el 77, una implosión hacia la democracia, hacia el voto", por lo que "la política que se hace en España está muy dirigida por el saquito de votos" que un político pueda ganar o perder. La consecuencia de esto, según el análisis de Guerra, es que los políticos "se preocupan más del corto término y no valoran lo que en estos 25 o 27 años España ha hecho" que, según él, "no tiene precedentes" ni en la historia de este país ni en la de ningún otro.

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