El ministro de Presidencia explica sus primeras actuaciones en su nuevo cargo. Habla de sus desafortunadas declaraciones sobre el Sáhara, de ETA y también de Alfredo Pérez Rubalcaba, al que no para de elogiar y de alabar.
Ramón Jáuregui dice sobre el ministro del Interior que "a Alfredo le he encontrado literalmente como una máquina. Para mí es una experiencia gratísima, muy enriquecedora, tener un jefe que está en todo, que sabe de todo y que ejerce". Sin embargo, no para aquí y sigue halagándole al afirmar que "para mí es un lujo estar a su lado, y en ese sentido creo que las apelaciones al pasado de Alfredo son papel mojado, porque su presente es potentísimo".
Igualmente, sobre la posibilidad de que Rubalcaba sea el sucesor afirma que "tanto él como yo trabajamos para que Zapatero suceda a Zapatero, para que remontemos esta situación, y conseguir cambiar las cosas". Además, indica que "a mí no me da ningún miedo el poder de Rubalcaba, en absoluto".
Sobre su estreno en el Congreso, donde otorgó la soberanía del Sáhara a Marruecos, Jáuregui aclara que "fue un lapsus" porque "nadie como el PSOE puede enarbolar la bandera de una solución justa y duradera para el conflicto del Sáhara, y una trayectoria de cooperación con el pueblo saharaui".
En este sentido, el ministro se justifica alegando que "no quise alterar en absoluto el estatus quo de un conflicto que está sometido a la ONU. Para nada pretendí exponer una posición personal". Por ello llega a reconocer que "no fue la mejor expresión".
En su entrevista con El Mundo también habla de su compañero de partido, Jesús Eguiguren. Jáuregui afirma que "Jesús es un tipo muy honesto, muy leal, tiene una única causa en la cabeza, que es el fin de la violencia. Trabaja por eso y no podemos permitir que lo difamen".