El XVIII Congreso del PCE ha elegido este domingo como secretario general con una mayoría del 85,2 por ciento a José Luis Centella, quien ha defendido la vigencia del comunismo, ha apostado por "acelerar la jubilación" del Rey para que llegue la República, y ha llamado a la movilización y al fin de las luchas en IU.
En esta ocasión y frente a lo vivido en otros Congresos, el PCE sólo ha tenido que votar una lista de candidatos al Comité Federal y eso ha facilitado el amplio respaldo logrado: 429 votos a favor (85,2 por ciento), 72 en blanco (14,4) y dos votos nulos (0,4).
Formalmente, los delegados han votado la totalidad de la lista, y ha sido en una reunión posterior de menos de un minuto de duración cuando los integrantes de la misma han acordado por unanimidad que el secretario general del PCE sea Centella.
El comunismo, "presente y futuro"
En su primera intervención como tal ha llamado a hacer frente al capitalismo y ha instado a la movilización en la calle en favor de "un socialismo sin complejos" y a ganar la batalla ideológica a la derecha. Frente a quienes consideran que el comunismo ya es pasado, el nuevo secretario general del PCE ha recalcado que es "presente y futuro" si se tienen en cuenta realidades como que miles de personas siguen muriendo de hambre en el mundo.
"Por ello, el partido reivindica su pasado heroico y no tenemos que avergonzarnos ni pedir perdón por nada, sino que hay que luchar para que no nos quiten la memoria", ha insistido antes de asegurar que es posible "la revolución del siglo XXI" y lamentar que algunos quieran hacer pasar por "verdugos" a los comunistas cuando han sido las "víctimas" de la historia.
José Luis Centella ha advertido de que el partido tiene "tajo" por delante, y ha destacado en esa tarea "acelerar la jubilación de Juan Carlos de Borbón" y buscar "una salida laboral acorde con sus habilidades" al Príncipe Felipe, unas palabras acogidas con gritos de "España, mañana, será republicana".
"Hemos de construir un movimiento republicano, unitario y fuerte, y el partido debe volcarse en ese gran movimiento que traiga más pronto que tarde la III República", ha añadido.
¿Refundación de IU?
Para él, en el Congreso celebrado este fin de semana en Madrid se ha terminado el debate sobre la pertenencia o no del PCE a Izquierda Unida con un mensaje rotundo en favor de la federación. El debate que ha considerado más interesante ahora es el de la refundación de IU, un proceso al que ha convocado a todos los militantes y ante el que ha garantizado que el PCE va a ser "el más leal".
"Nos dejaremos el pellejo para que Izquierda Unida sea el referente de la izquierda del país y se sientan a gusto en ella comunistas, socialistas, republicanos y nacionalistas", ha subrayado.
Para lograrlo, ha reclamado el fin de los conflictos internos que ha considerado que lastran la recuperación de IU y ha pedido que todos trabajen en la misma dirección para que "nadie se quede en el camino" y para que ningún comunista se presente en las próximas elecciones fuera de las listas de Izquierda Unida.
El Congreso de la "ilusión"
Además de apelar a mejorar la organización del partido, ha defendido iniciativas como la creación de una banca pública y ha pedido que se trabaje para recuperar para la izquierda la palabra "solidaridad", ya que ha dicho que no puede permitirse que dirigentes políticos como Esperanza Aguirre se apropien de ella cuando practican una política insolidaria.
Centella ha instado a demostrar la fuerza del PCE y de IU en la manifestación contra la crisis económica convocada en Madrid el próximo 12 de diciembre A su juicio, el Congreso celebrado el fin de semana ha sido "el de la ilusión" y el que permite "entroncar" con el partido dirigido por Dolores Ibarruri, a quien ha dicho que el PCE va a homenajear de forma especial la próxima semana al cumplirse el veinte aniversario de su fallecimiento.
Junto a la elección de Centella, el XVIII Congreso del PCE ha aprobado este domingo una serie de resoluciones, como la que pide la retirada de las tropas españolas de Afganistán o la que aboga por la eliminación efectiva de la simbología franquista de las calles.