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Rajoy vende como éxito propio el batacazo del PSC y se ve en Moncloa

Rajoy se ve cada vez más cerca de La Moncloa. Considera que el tremendo batacazo de Zapatero en Cataluña es un augurio de lo que ocurrirá en las citas electorales venideras, con el plus de que esta comunidad es la más complicada para su formación. "Tendrá consecuencias", zanja Cospedal.

El PP catalán consigue su mejor resultado

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Felicidad por la desgracia ajena. En el Partido Popular se han mostrado entusiasmados por el batacazo del PSC, más incluso que por sus buenos resultados electorales en Cataluña. Y lo están porque consideran que el gran derrotado en las urnas no es el presidente Montilla, que también, sino el actual inquilino en La Moncloa: José Luis Rodríguez Zapatero.

El jefe del Ejecutivo "ha sufrido un duro castigo por los catalanes", sentenció, sin ambages, María Dolores de Cospedal, que atendió a los medios de comunicación cuando los resultados todavía no eran definitivos. El hecho de que haya sido la secretaria general de la formación, y no un portavoz de menor rango, la que haya salido a dar la cara refleja a las claras lo importante del resultado para Mariano Rajoy.

Tras una breve reunión con el líder nacional, la número dos del PP lanzaba tres mensajes de calado. Para empezar, felicitaba en varias ocasiones a CiU por su "gran apoyo conseguido" y le emplazaba a formar "un gobierno estable y que genere confianza".

En este sentido, fuentes populares aseguran que el PP está abierto a pactos estables (centrados, principalmente, en materia económica) pero que no les encontrarán en proyectos soberanistas. Y, en este punto, creen que las urnas les dan la fuerza necesaria para no tener que ceder: "Somos la tercera fuerza política y hemos conseguido uno de los mejores resultados de nuestra historia", enfatizó Cospedal.

El tercer asunto capital es, a ojos del PP, esa tremenda caída de los socialistas: "Los catalanes han votado por el cambio, un cambio tanto en Cataluña como en España. El PSOE ha sufrido un enorme castigo y retroceso", afirmó, para a renglón seguido hacer coparticipe del fracaso al jefe del Ejecutivo.

Un granito más, aunque no "nexo de unión", para que Zapatero convoque elecciones anticipadas. "El resultado del 28-N tendrá consecuencias", concluyó la secretaria general. Ya de puertas para adentro aclaran tan demoledora afirmación, no sin una sonrisa de oreja a oreja: "Barreremos en las elecciones municipales y autonómicas de 2011 y en 2012 Mariano Rajoy será presidente".

En la misma sala que el 'jefe', ese nuevo PP que, sacan pecho, lo ha ganado "todo" desde el Congreso de Valencia. Además de Cospedal, han brindado con cava los vicesecretarios Ana Mato, Javier Arenas y Esteban González Pons; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; o la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

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