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Castilla y León

ETA intenta una masacre en Burgos con una furgoneta-bomba

Los etarras intentaron una masacre en Burgos. El objetivo: la casa cuartel. La furgoneta-bomba, que contenía unos 200 kilos de explosivo, causó 65 heridos y cuantiosos daños materiales. La matrículas dobladas, que coincidían con las de un vecino, confundieron a los agentes.

Los etarras intentaron una masacre en Burgos. El objetivo: la casa cuartel. La furgoneta-bomba, que contenía unos 200 kilos de explosivo, causó 65 heridos y cuantiosos daños materiales. La matrículas dobladas, que coincidían con las de un vecino, confundieron a los agentes.

Pasados algunos minutos de las cuatro de la mañana, sin aviso previo, una furgoneta-bomba de ETA hacía explosión junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos. Las primeras investigaciones apuntan a que los terroristas utilizaron 200 kilos de explosivos, probablemente amonitol, en una furgoneta que aparcaron previsiblemente poco después de las dos de la tarde del martes. El vehículo era una Mercedes Vito de color blanco, que llevaba placas de matrícula dobladas españolas correspondientes al vehículo de un vecino de de la zona, cuyo vehículo coincidía en marca, modelo y color con la aparcada por los etarras, lo que despistó a lo agentes, que horas antes habían comprobado los datos de la furgoneta al resultarles sospechosa. No se descarta que proceda de Francia.

El lugar donde fue estacionado el vehículo es una explanada de tierra, sin urbanizar, osea, "sin reflejos de onda", que puedan amplificar el efecto destructor de la explosión, situada en la parte trasera de las instalaciones de la Benemérita, en un lateral de la calle Jerez, junto a la avenida de Cantabria. El descampado es utilizado habitualmente por muchos vecinos de la zona para estacionar sus vehículos, por lo que no llamó la atención la presencia de la furgoneta. La furgoneta-bomba fue aparcada por los terroristas pasadas las dos de la tarde de ayer martes, casi catorce horas antes de la explosión.

Los agentes encargados de la custodia del cuartel comprobaron anoche los datos de la furgoneta y creyeron que pertenecía a un vecino de la zona, al coincidir matrícula, marca y modelo, informaron a Europa Press en fuentes de la investigación. Las citadas comprobaciones se realizaron alrededor de las diez de la noche, siete horas antes de que se produjera la explosión.

La deflagración provocó un cráter de siete por dos metros en el pavimento e importantes daños materiales en el edificio, de 15 plantas, y en las casas colindantes. La explosión fue de tal magnitud que destruyó y dejó al aire algunas de las viviendas del inmueble y provocó que marquesinas y ventanas se quedasen colgadas y tuviesen que ser retiradas por los bomberos.

El atentado causó 65 heridos leves, de los cuales seis son niños y dos son mujeres embarazadas, aunque fuentes policiales explicaron que fue un "auténtico milagro" que no se hayan producido víctimas mortales. De forma parecida se explicó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien destacó en el momento del atentado, "dormían en los pisos casi 120 personas, de las cuales 41 eran niños y niñas" por lo que "había 41 niños durmiendo que podrían haber muerto". Según dijo, fue "un gran atentado fallido que buscaba víctimas mortales". Además, incidió en el hecho de que en esta ocasión los terroristas no han atentado sólo contra agentes del Instituto armado, sino también contra sus mujeres o maridos y sus hijos e hijas. "Iban contra la Guardia Civil y sus familias", remachó.

Al ser preguntado por si este atentado podría tener alguna relación con el 50 aniversario de la banda terrorista, Rubalcaba apuntó que los terroristas "no estaban pensando en celebrar nada", sino que tiene más que ver "con su estrategia de violencia sostenida y enloquecida". "Está más bien en esa estrategia que en ninguna otra, pero vaya usted a saber lo que le pasa por la cabeza a un asesino salvaje y enloquecido", indicó.

"Los demócratas sabemos que cuando nos enfrentamos a ETA nos enfrentamos a unos asesinos, salvajes y enloquecidos, lo que no les hace más fuerte pero sí mas peligrosos", señaló.

Todos los heridos, dados de alta

Los 65 heridos, todos ellos de carácter leve, con cortes y contusiones, no necesitaron ser hospitalizados, según informó el consejero castellano-leonés de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, en una rueda de prensa ofrecida en el Hospital General Yagüe de Burgos. Del total de atendidos, 49 fueron trasladados al centro hospitalario y todos fueron dados de alta.

Tras la explosión se envió para atender a los heridos a una UVI móvil y tres ambulancias de soporte vital básico, a los que se unieron los recursos aportados por la Cruz Roja y Protección Civil del Ayuntamiento de Burgos, más tres ambulancias convencionales de la central de ambulancias de Burgos.

Asimismo, se habilitaron las instalaciones deportivas de la Policía Local de Burgos como puesto médico avanzado para atender a los heridos en la explosión, unas 54 personas, de las que 49 fueron evacuadas al Complejo Asistencial de Burgos. Del mismo modo, la Agencia de Protección Civil y Consumo activó el Grupo de Intervención Psicológica en Desastres y Emergencias.

Construída en 1982, tiene 15.648 metros cuadrados

La casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos fue levantado en el año 1982, está catalogado como "singular" y tiene una superficie construida de 15.648 metros cuadrados sobre una parcela de 5.640 metros. El inmueble, ubicado en el número 73 de la Avenida de Cantabria, dispone de 15 plantas, incluido un sótano, destinadas a viviendas, de 850 metros cuadrados cada planta, excepto una que dispone de 1.108 metros cuadrados, según datos obtenidos por Efe del Catastro. Asimismo el inmueble tiene cuatro plantas para almacenes de 660 metros cuadrados cada uno.

Se trata de una parcela aislada y protegida a la que es necesario atravesar un control para acceder a las instalaciones. Frente a la Casa Cuartel, también en la Avenida de Cantabria, se encuentra el edificio del Parque de Bomberos y de la Policía Local de Burgos.

El edificio, de gran altura es muy visible, ya que se encuentra en la entrada o salida de la ciudad hacia Santander, cerca también del Complejo Hospitalario de Burgos y de una gran superficie comercial.

Objetivo del grupo Vizcaya en 2008

Esta casa cuartel de Burgos estaba entre los objetivos que se había marcado el último complejo Vizcaya de ETA, que fue desarticulado en julio de 2008. Así consta en un auto de prisión dictado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón el pasado 27 de julio de 2008 mediante el que ordenaba el encarcelamiento de siete de los etarras que formaban esta estructura, que estaba liderada por Arkaitz Goikoetxea Basabe.

La resolución judicial de Garzón concretaba que Goikoetxea encargó al también detenido Iñigo Gutiérrez "realizar informaciones sobre empresas vinculadas al TAV (Tren de Alta Velocidad), así como acerca del cuartel del la Guardia Civil de Burgos, el Museo Militar de esta ciudad y el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, del Partido Popular". Además, este grupo recogió informaciones sobre tres sedes del PP y del PSE. Otro miembro del grupo, Aitor Cotano, recabó datos sobre las Casas del Pueblo del PSE en las localidades vizcaínas de Sopelana y Leioa; de la sede del PP en Getxo; de las comisarías de la Ertzaintza en Bermeo, Plencia y Santurce (Vizcaya) y de los Juzgados de Balmaseda (Vizcaya).

El grupo, que había adoptado el nombre de "Askatasun Haizea", se encontraba a las órdenes del en ese momento jefe de los grupos de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki". Se formó en febrero de 2007 y estaba integrado por Arkaitz Goikoetxea, Olga Comes Arambillet, "Txikitxe"; y Jurdan Martitegi Lizaso, "Arlas". Con este complejo también habrían colaborado Aitzol Iriondo, considerado el lugarteniente de "Txeroki"; Aitor Arteche Rodríguez y Asier Borrero Toribio.

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