Después de que Francisco Frutos criticara las celebraciones de la caída del muro de Berlín y José Luis Centella, su sucesor en el PCE, afirmara que no tienen que pedir perdón de nada, una de sus discípulas, en una entrevista publicada por elpais.com la semana pasada, hablaba de Cuba y la URSS en los términos esperables. A modo de ejemplo, Esther López, de 26 años, se preguntaba si los fusilamientos en Cuba eran suficientes para "manchar un régimen para siempre".
El pasado miércoles, la colaboradora habitual del diario Elvira Lindo criticaba con dureza los planteamientos de López. De ella, que ostenta ya un cargo en el partido en el área de Juventud, lamentaba que siga "la estela de los líderes actuales que se curten en el asalariamiento político desde pequeños". Y criticaba que, al hablar de la URSS se olvidara de sus crímenes: "Hay que ser tremendamente positiva para olvidarse de los muchos de millones de muertos en el Gulag".
La escritora también lamentaba la "peculiar memoria histórica" de la joven comunista en cuanto a Cuba, ironizaba con su optimismo y lamentaba que personas como López, Frutos o Centella, además de alardear de no tener que pedir perdón, no efectuaran "un inequívoco corte quirúrgico entre el pasado y el hoy". "Según López Barceló, la gran enseñanza recibida de los viejos camaradas es no desistir nunca. Así les va", concluía la escritora.
Lindo recibía este sábado la indignada respuesta de Esther López, también en El País. En un artículo, esa joven promesa del PCE acusa a Lindo de "verter" contra ella "toda una serie de tópicos anticomunistas". "Parece molestarle que siga habiendo comunistas y jóvenes comunistas. Pues siento darle una mala noticia: jóvenes y comunistas en este país, los hay a miles", dice en una inquietante observación de alguien con sus ideas.
Tras matizar que ella nunca ha cobrado de IU –sí admite que, desde su puesto, disfruta de una beca que se le ha concedido a ella por estar en paro–, afirma que Lindo "exagera" sus palabras "para divertirnos con sus prejuicios anticomunistas". Lo cierto es que la escritora se limita a extraer entrecomillados de la propia entrevista.
Entrando ya de lleno en las críticas de la escritora, López aclara que ella "no defiende el estalinismo, criticado por el PCE desde hace más de 50 años, en ninguna de sus formas". Sin entrar, tras esta afirmación, en más críticas a los crímenes del régimen comunista en la URSS, se queja de que "en estos días", en alusión a la celebración de la caída del muro, se haya visto "cómo Merkel, Sarkozy y Berlusconi se erigían como la nueva esperanza del mundo pregonando que no hay otra alternativa". "Creo que lo que realmente les molesta es que los comunistas españoles defendemos una sociedad consecuentemente democrática", afirma. Y sentencia después: "Socialismo y libertad fueron siempre los lemas del PCE".
Le toca después el turno en sus ligerísimas matizaciones a Cuba. "Yo ya sé que no todo es perfecto en Cuba, (ni en ninguna parte), pero también sé que los niveles de educación y sanidad públicas conseguidas en Cuba son difícilmente igualables. Creo que lo que más les molesta es que no se rinden", se limita a decir López sin corregir sus observaciones sobre la isla y la dictadura castrista.
Para terminar, la joven comunista se jacta de que su partido no va a desistir "nunca". "Tenemos ganas de luchar, de combatir las injusticias, y sobre todo de combatir el capitalismo", dice López. El artículo también lleva la firma de los responsables de la formación a la que ella con tanto empeño defiende: Cayo Lara, Willy Meyer, su compañero de entrevista, y José Luis Centella, el sucesor de Frutos en el PCE.