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La operación Cacería, un “sumario de quita y pon”

Las filtraciones del sumario de la llamada operación Cacería continúan. Este jueves El País publicaba la última de ellas, El artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento criminal recuerda que este secreto afecta a todas aquellas personas que no sean parte.

Las filtraciones del sumario de la llamada operación Cacería continúan. Este jueves El País publicaba la última de ellas, El artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento criminal recuerda que este secreto afecta a todas aquellas personas que no sean parte.

(Libertad Digital) Desde que saltó a los medios de comunicación la llamada operación Gürtel, rebautizada por LD como operación Cacería, tras el encuentro cinegético que mantuvieron el juez instructor del caso, Baltasar Garzón, con el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el jefe Comisario General de la Policía Judicial, Juan Antonio González, en plena investigación contra un trama de corrupción que salpica al PP, las filtraciones sobre el secreto de sumario no paran de sucederse.

Llama la atención que el "monopolio" de las mismas corresponde al grupo Prisa, “amigo” y defensor a ultranza del juez estrella. Prueba de ello es que este mismo jueves, El País lleva a su portada presuntas conversaciones, fruto de pinchazos telefónicos, de Francisco Camps y su esposa con Álvaro Pérez, El Bigotes.

A pesar de las denuncias que desde el PP se han hecho ante la Fiscalía por dichas filtraciones, el Ministerio Público ha dejado caer éstas en saco roto. Los periodistas tienen derecho a mantener en secreto nuestras fuentes pero los jueces tienen el deber de que no haya filtraciones interesadas en un sumario que es por decisión judicial secreto.

En este sentido, el artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento criminal recuerda que este secreto afecta a todas aquellas personas que no sean parte. Dice la citada Ley que “las diligencias del sumario serán secretas hasta que se abra el juicio oral con las excepciones determinadas en la presente Ley. El abogado o procurador de cualquier de las partes que revelare indebidamente el secreto del sumario, será corregido con multa de 250 a 2.500 pesetas (sic). En la misma multa incurrirá cualquier otra persona que no siendo funcionario público cometa la misma falta. El funcionario público, en el caso de los párrafos anteriores, incurrirá en la responsabilidad que el Código Penal señale en su lugar respectivo”. 

Esta responsabilidad está recogida en el artículo 417 del Código Penal, mientras que en el 466 se tipifica como delito el hecho de revelar actuaciones declaradas secretas por la autoridad judicial, como lo ha sido la causa principal de este procedimiento.

Unas filtraciones interesadas

A raíz de estas filtraciones se pueden explicar varios asuntos. En primer lugar, el “cariño” con el que se trata desde el grupo de Cebrián al juez estrella. Dichos “mimos” informativos coinciden casualmente con que las filtraciones del caso son publicadas a bombo y platillo por el periódico de Prisa una y otra vez. Prueba del afecto con el se trata al magistrado más popular de la Audiencia Nacional, el pasado 28 de febrero El País publicó un amplío reportaje sobre Garzón titulado “Van a por él”. El símil entre el instructor y un santo varón se queda corto.

Sin embargo, las actuaciones del ex candidato del PSOE en 1993, Baltasar Garzón, no son sólo cuestionadas por el partido de la oposición, sus propios colegas en declaraciones off the record, varios medios de comunicación y ciudadanos. ¡Hasta el Tribunal Supremo ha cuestionado la profesionalidad del juez por ocultar al CGPJ los cobros que obtuvo durante su  estancia en Nueva York!

Otra de las cuestiones que se pueden clarificar a raíz de las revelaciones del sumario es la enemistad manifiesta entre el Ministerio Fiscal y el juez instructor. Como ya publicó María Peral en El Mundo, los fiscales están molestos con las continuas filtraciones de un sumario “de quita y pon”. De ahí, que la Fiscalía a lo largo de la instrucción de este caso haya dado más de un varapalo a Garzón o que el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, declarase en un desayuno informativo con periodistas y ante una amplía representación de la Carrera Judicial que la Polícia en la lucha antiterrorista sólo atiende a las peticiones realizadas por el titular del juzgado de instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional.

Previsiblemente, las filtraciones del sumario continuarán. Y no sólo porque en España haya “muy buenos” periodistas, tal y como dijo Zapatero, que los hay, sino porque hay también hay personas con acceso al sumario interesadas en hacer daño al PP. “Difama que algo queda”, dice el refrán. Por esta razón se “brindan” tantas filtraciones a Prisa.

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