La Sala del 61 del Tribunal Supremo celebra desde este lunes una vista pública para estudiar las demandas que la Abogacía del Estado y la Fiscalía ha presentado contra la inscripción de Sortu en el registro de partidos del Ministerio del Interior.
El objetivo del Alto Tribunal: escuchar a las partes y practicar las pruebas pertinentes para, a posteriori, decidir si Sortu cumple con la Ley de Partidos y, por lo tanto, puede presentarse a las próximas elecciones municipales o forales vascas o, si por el contrario, no es más que la nueva Batasuna -brazo político de ETA, según sentenció en el año 2003 el TS- por lo que su carácter terrorista es manifiesto y impidiéndole éste concurrir a las urnas democráticas el próximo 22 de mayo.
El tribunal, compuestos por 16 magistrados y presidido por el presidente del poder judicial Carlos Dívar, se reunía pasadas las once menos cuarto de la mañana para analizar en primer lugar las pruebas que se iban a practicar durante la sesión.
Entre ellas, el fiscal del TS, Antonio Narváez, encargado de redactar la demanda del Ministerio Público contra la nueva formación proetarra solicitaba en aras del "principio de imparcialidad" retirar una de las pruebas más sonadas. En concreto, el fiscal renunciaba a utilizar como indicio contra Sortu el documento en el que se vinculaba a uno de sus promotores, José Javier Artola, como el titular de una cuenta bancaria destinada a recaudar fondos para los presos de ETA. Según la Fiscalía, en sus alegaciones la formación que defiende el abogado Iñigo Iruin indicó que el beneficiario de esta cuenta era un familiar de Artola. Minutos después de la petición del fiscal, la Sala del 61 admitía la renuncia.
Sin embargo, de momento, la prueba más determinante de la jornada ha estado protagonizada por el agente del Cuerpo Nacional de Policía encargado de redactar el informe que ha servido de base al Ministerio Público y a los servicios jurídicos del Estado para impugnar la inscripción de Sortu en el registro de partidos.
Los testimonios que durante casi dos horas ha prestado el agente policial -con 29 años de experiencia en lucha antiterrorista- son demoledores: Sortu es "una iniciativa de Batasuna-ETA para refundarse"; ETA "no tiene ninguna voluntad de abandonar la violencia"; "ETA atizaba el árbol para que Batasuna recogiera los frutos" pero "los palos que ETA da al árbol ya no son útiles porque Batasuna ya no está para recoger las nueces" por eso tienen que recurrir a una nueva formación; "Sortu ha nacido para ocupar el espacio político que dejó la ilegalizada Batasuna", etc.
Asimismo, durante su intervención, este policía ha explicado cómo el periodo de tregua decretado en estos momentos por la banda criminal no se diferencia en nada a los anteriores altos el fuego de los terroristas. Asimismo, este experto de la lucha antiterrorista ha afirmado ante el Alto Tribunal que "no es causal" que ETA haya presentado ahora a Sortu ya que su objetivo es el "retorno a la vida institucional", sobre todo, a los Ayuntamientos y las Juntas generales o forales del País Vasco.
Para el testigo-perito, la vinculación de esta formación política con Batasuna-ETA es tal que su presentación pública dependió del anuncio de alto el fuego por parte de la banda, que se produjo el 10 de enero de este año.
"Estamos en un periodo en el que ETA ha desactivado la violencia terrorista pero esto no es nada novedoso. Es decir, la estrategia político militar que supone la continuación de violencia terrorista y acción política incluye la posibilidad de que precisamente para propiciar la acción política la organización terrorista active o desactive la violencia. no hay constancia de que ETA haya abandonado su estrategia político militar. Lo único que ha hecho es desactivar la violencia terrorista con un carácter condicional por lo que es lógico afirmar que estamos en uno de esos periodos", ha explicado el agente.
Una vez que finalice la vista, la Sala del 61 comenzará a deliberar sobre la posibilidad de que Sortu esté presente o no en al cita electoral del 22 de mayo.