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La revista de Alfonso Guerra aconseja al PSOE que "rectifique sus carencias"

El pasado mes de noviembre la revista Temas, presidida por Alfonso Guerra, publicó un sondeo que despertó las iras entre sus compañeros de partido. La encuesta daba un empate técnico a populares y socialistas en intención de voto. Aunque no hubo una reacción oficial de la dirección del PSOE, fuentes del partido se precipitaron a desautorizar el estudio de campo. "Últimamente Temas nunca acierta en sus encuestas", decían desde Ferraz. La respuesta de la revista ha llegado en el siguiente número. Su director, el sociólogo José Félix Tezanos, aconseja a los socialistas "identificar bien los problemas y carencias", para rectificar, en vez de "descalificar a los mensajeros".

El pasado mes de noviembre la revista Temas, presidida por Alfonso Guerra, publicó un sondeo que despertó las iras entre sus compañeros de partido. La encuesta daba un empate técnico a populares y socialistas en intención de voto. Aunque no hubo una reacción oficial de la dirección del PSOE, fuentes del partido se precipitaron a desautorizar el estudio de campo. "Últimamente Temas nunca acierta en sus encuestas", decían desde Ferraz. La respuesta de la revista ha llegado en el siguiente número. Su director, el sociólogo José Félix Tezanos, aconseja a los socialistas "identificar bien los problemas y carencias", para rectificar, en vez de "descalificar a los mensajeros".
L D (Europa Press) Ha sido necesario esperar un mes para leer la respuesta de la revista de Alfonso Guerra a los socialistas que criticaron el sondeo incluido en el número de diciembre. Entonces, la publicación publicó que había un empate técnico entre PSOE y PP. La reacción de la dirección socialista no fue otra que desautorizar la encuesta. Ahora, el director de Temas, José Félix Tezanos alude a esas "pintorescas" reacciones. Apunta en su artículo "¿Para qué sirven los sondeos electorales? El síndrome de la madrastra" que "los políticos inteligentes saben que lo que tienen que hacer es identificar bien los problemas y carencias, cuando aún están a tiempo, y rectificar. Y, por supuesto, no romper espejos ni descalificar a los mensajeros".
 
Tezanos defiende su estudio de opinión y aunque apunta que "personalmente, a nosotros tampoco nos gustaron los datos que reflejaba la investigación", "en ningún momento se nos ocurrió falsificar o maquillar los resultados para evitar que alguien se pudiera molestar".
 
Mensaje directo a Ferraz
 
La respuesta va claramente dirigida a aquellos socialistas que, escudándose en "fuentes de Ferraz", desautorizaron el sondeo: "Cuando los responsables políticos o los consultores de confianza se mosquean o reaccionan de mala manera ante determinados pronósticos políticos, en realidad lo que están haciendo es poner las bases para que los análisis que puedan encargar en el futuro sean filtrados de una manera tan cautelosa y amedrentada como para producir el famoso efecto "pro-cliente". ¡Cualquiera se atreve a molestar a un cliente si suele reaccionar de manera airada y despectiva cuando los pronósticos no le son favorables!"
 
Lejos de desacreditar este tipo de sondeos, Tezanos defiende que las encuestas de opinión son solamente "un instrumento de análisis e información" y que los líderes políticos "inteligentes", que no están "contaminados por culturas aduladoras propias de la Corte ni por síndromes de ensimismamiento aislacionista", pueden obtener múltiples utilidades de los datos sociológicos.
 
La madrastra y el espejo
 
Además, considera que los sondeos pueden ayudar a programar y ajustar mejor los discursos de los políticos y sus estrategias de acción, "calculando sus impactos y eventuales resultados". Y lamenta que "hay responsables políticos que todavía no se han enterado muy bien de para qué sirven los sondeos. Incluso, no faltan aquellos que los utilizan prácticamente como un ornamento, o como un simple indicador de aceptación social. Para este tipo de responsables políticos, lo único que cuenta es si las cosas les van bien o mal, si se les quiere o no se les quiere. Y, por eso, sus reacciones ante los sondeos suelen ser más bien de tipo emocional o narcisista. Es lo que se conoce como el síndrome de la madrastra de Blancanieves".
 
Tezanos recuerda entonces que en el cuento la madrastra interrogaba al espejo, "versión añeja del sociólogo" y le preguntaba si había alguien en el reino que fuera más hermosa que ella. "Y cuando el espejo respondía de manera desfavorable a sus expectativas montaba en cólera y arremetía contra el espejo y contra todo lo que se pusiera por delante. Incluso mandaba a un sicario a quitar de en medio a la competencia. Pero, aún así, el espejo continuaba en sus trece", avisa.
 
Concluye que hoy "no existen razones para preocuparse. Nos encontramos entre gentes civilizadas y racionales, y los políticos inteligentes saben que lo que tienen que hacer es identificar bien los problemas y carencias, cuando aún están a tiempo, y rectificar. Y, por supuesto, no romper espejos ni descalificar a los mensajeros".

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