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Garzón ordena detener a Otegi y otros miembros de Batasuna-ETA

Agentes de la Policía Nacional han detenido este martes en San Sebastián, Hernani y Pamplona a diez dirigentes proetarras. A nueve de ellos, entre los que se encontraban Arnaldo Otegi o Rafael Díez Usabiaga, por intentar reorganizar la cúpula de Batasuna-ETA.

Agentes de la Policía Nacional han detenido este martes en San Sebastián, Hernani y Pamplona a diez dirigentes proetarras. A nueve de ellos, entre los que se encontraban Arnaldo Otegi o Rafael Díez Usabiaga, por intentar reorganizar la cúpula de Batasuna-ETA.

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Nuevo golpe policial a la cúpula del brazo político de ETA. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron este martes a diez dirigentes proetarras que pretendían reorganizar la cúpula de Batasuna-ETA. La operación, denominada “Operación Batea”, fue ordenada por el juzgado de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, que dirige Baltasar Garzón.

Las dos primeras detenciones se produjeron en la localidad guipuzcoana de Hernani. Allí los agentes de la Policía Nacional arrestaban a José Manuel Serra Ugarte, cuando se dirigía a pie a la ikastola Langile de la localidad, en la cual trabaja; y a Amaya Esnal Martiarena, que también fue apresada en la vía pública.

Minutos más tarde, los policías entraban en la sede nacional del sindicato proetarra LAB en San Sebastián, ubicada en la segunda planta del número 9 de la calle Camino de Pokopandegi, en el polígono industrial de Igara, a las afueras de la capital guipuzcoana.

Allí eran detenidos Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga, Rufino Etxeberría, Arkaitz Rodríguez Torres y Sonia Jacinto García. Los agentes de la Policía Nacional estuvieron registrando desde primera hora de la noche las instalaciones del sindicato ya mencionadas, en presencia de representantes legales de LAB, de algunos de los propios detenidos y de algunos de los trabajadores del sindicato. Sobre las 21.30 horas abandonaron las instalaciones.

Los otros tres detenidos lo eran en Pamplona. Allí, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía detenían a Miren Zabaleta Tellería (hija del ex dirigente de HB y actual líder de Aralar Patxi Zabaleta), José Luis Moreno Sagües y Ainara Oiz Elgorriaga.

Los nueve primeros detenidos estarían intentado recomponer la cúpula del brazo político de ETA y habían creado un órgano denominado "Comisión de Dirección" o "Bateragune", cuya traducción al castellano significa "todos juntos" o "lugar de encuentro".  Sin embargo, Ainara Oiz Elgorriaga fue arrestada por abandonar el domicilio de Miren Zabaleta Tellería portando documentos y efectos extraídos del domicilio para evitar que pudieran ser intervenidos por las Fuerzas de Seguridad.

Esta nueva cúpula de Batasuna (maltrecha tras la operación de Segura en octubre de 2007 y diversas detenciones sucesivas) que organizada en torno al nombre 'Bateragune' habían mantenido reuniones en los últimos meses en relación a la propuesta política anunciada por Otegi y que el entorno político de ETA pretenedía usar para volver a las instituciones presuntamente por medio de un distnaciamiento de la violencia explícito.

Los agentes de la Policía Nacional estuvieron registrando desde primera hora de la noche las instalaciones del sindicato ya mencionadas, en presencia de representantes legales de LAB, de algunos de los propios detenidos y de algunos de los trabajadores del sindicato. Sobre las 21.30 horas abandonaron las instalaciones.

Las investigaciones que habrían dado pie a la operación se iniciaron en el mes de febrero, después de largas vigilancias y seguimientos. También fueron de utilidad para la misma la documentación que se le incautó al terrorista de ETA Ekaitz Sirvent, detenido el pasado mes de abril en París, en el que se muestran las relaciones de Otegi con la banda terrorista.

Documentación de Sirvent

En concreto, según datos a los que tuvo acceso Europa Press, entre la documentación incautada a este terrorista se encontró información en la que se recoge información comprometedora para Otegi, en la medida que algunos de sus pasos políticos estaban previamente marcados por la banda terrorista.

Los integrantes de esta nueva cúpula de Batasuna adoptaban grandes medidas de seguridad cada vez que acudían a la sede del sindicato LAB en San Sebastián para reunirse. Desde el pasado mes de febrero, la Policía Nacional mantenía un riguroso control de los líderes de Batasuna que accedían al interior de la sede, siempre guardando muchas medidas de seguridad. Así por ejemplo, entraban de manera escalonada, marchándose también con bastante diferencia de tiempo, para no levantar sospechas.

Las fuentes citadas explican que en ocasiones, algunos de los dirigentes ahora detenidos llegaban a la sede de LAB a las diez de la mañana, el segundo media o una hora después y así sucesivamente. El mismo protocolo lo utilizaban para abandonar las dependencias del sindicato.

Por eso, en algunas ocasiones pasaban muchas horas desde que llegaba el primero hasta que el último de ellos abandonaba la sede del sindicato. Cuando alguno de ellos se retrasaba sobre el horario entre ellos convenido, se suspendía la reunión.

Viajes a Francia

Durante estos meses de investigación, la Policía también tiene constancia de viajes de Arnaldo Otegi al sur de Francia, donde los investigadores sospechan que pudo tener relación con responsables de la banda terrorista. En esos viajes al otro lado de la frontera, Otegi cambiaba varias veces de coche ante la sospecha de que pudiera estar siendo seguido y vigilado por agentes de la lucha antiterrorista.

Desde su salida de la cárcel, el veterano dirigente proetarra mantuvo contactos con diversos colectivos del entorno etarra, como asociaciones o ex-presos etarras, tratando de buscar apoyos para lanzar una iniciativa política, considerada de camuflaje por el Ministerio del Interior y que finalmente fue vetada por la banda terrorista.

Iniciativa congelada

Pero según las fuentes consultadas, hace semanas que Otegi y su entorno dio por congelada esta iniciativa. El propio ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba ya habló en julio y después en septiembre de esta intención del brazo político de ETA de escenificar un falso distanciamiento de la lucha. También el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares insistió en la misma dirección.

Rubalcaba afirmó entonces tener "algo más" que una impresión de que "en unos meses" puede tener lugar una "nueva farsa" de Batasuna, que dirá "aquello de que condena la violencia", pedirá tiempo para convencer a ETA de que deje de matar y solicitará su legalización. "La respuesta va a ser radicalmente no. Esta es una farsa que dirige ETA y los tribunales ya han demostrado que ETA y Batasuna son lo mismo", subrayó.

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