Las Fuerzas de Seguridad francesas y españolas terminaron en las últimas horas de registrar el alojamiento rural que los cuatro etarras detenidos en la madrugada del pasado viernes, entre los que se encontraban el jefe de los pistoleros de ETA y el máximo responsable de los explosivos dentro de la banda terrorista, habían alquilado en el departamento de Pas de Calais, en las cercanías de la frontera con Bélgica.
Según datos del ministerio del Interior, los etarras tenían en su poder varios documentos de identidad españoles falsos, dinero en efectivo, cables eléctricos y material electrónico, ropa de montaña, sacos de dormir, picos y palas, y material de acampada, por lo que habrían estado lo suficientemente equipados como para pasar algunos días a la intemperie.
Junto a esto, los agentes encontraron abundante material informático, como ordenadores portátiles, discos duros y lápices de memoria USB. En este material podría encontrarse parte de la nueva estrategia de los etarras, pues según las primeras investigaciones,Alejandro Zobarán y Mikel Oroz, jefes de los grupos de ETA y de su estructura logística, respectivamente, habrían estado discutiendo con los otros dos etarras cómo reorganizar parte de la estrategia de la banda terrorista y, además, habrían trasmitido ya algunas órdenes a Iban Sáez y Urko Labaca, que actuaban como enlaces de la cúpula con los pistoleros, para que esos cambios llegasen hasta los grupos de etarras.
Además, se encontraron dos revólveres del calibre 357 magnun con su munición correspondiente, armas que podrían corresponder a la partida robada por la organización terrorista de una fábrica de armas en la localidad francesa de Vauvert.
Precisamente, una de las armas robadas en Vauvert, que habían sido despreciadas por Rubalcaba, fue utilizada para asesinar al gendarme Jean-Serge Nérin, primer agente francés asesinado por los terroristas de ETA, tras un fracasado intento de robo de varios vehículos en un concesionario de segunda mano de la localidad de Dammarie-les-Lys, al sureste de París.Este viernes, incluso, el ministro de Interior francés, Claude Guéant, desveló que uno de los arrestados participó en el asesinato del gendarme, aunque no desveló su identidad.
Los cuatro detenidos se encontraban este sábado todavía en los calabozos que las Fuerzas de Seguridad francesas tienen en la comisaría de Amiens, donde se registran los dos vehículos con matrículas falsas que utilizaban los terroristas para sus desplazamientos. Una vez acabados estos registros, los etarras serán trasladados a la central de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial en París.