Según informa el diario El Mundo, en el seno de los populares se ha instalado la certeza de que son permanentemente escuchados, y que sus teléfonos personales han sido pinchados con SITEL.
Para dotar a sus sospechas de credibilidad, los populares se refieren a una serie de conversaciones entre dirigentes que no están imputados en la trama Gürtel, y sin embargo han aparecido en varios medios de comunicación de PRISA, aunque no constan en el sumario.
Un especial informativo de Cuatro, por ejemplo, emitió la siguiente conversación entre Francisco Granados, María Dolores de Cospedal y Alberto López Viejo:
Granados: "¿Se lo vas a comunicar tú?".
Cospedal: "No. Hazlo tú, que yo me meto en una reunión".Minutos después Granados llama a López Viejo:
Granados: "Ya sabes para qué te llamo. Tienes que pedir tu baja en el partido".
López Viejo: "¡Con lo que yo he hecho por Rajoy!"
Además, los populares adjuntan ejemplos emitidos en La Noria, y la Cadena Ser. Pero el ejemplo más estrafalario y llamativo, es en las conversaciones grabadas a Federico Trillo y a Francisco Camps. El pasado 31 de Julio la cadena de radio de Prisa informaba que el coordinador de Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, estaba presionando al juez Juan Montero a través de llamadas telefónicas, que en esas fechas tenía que decidir la imputación de Francisco Camps en el asunto de los trajes. Los portavoces del ex ministro desmintieron a la Ser esta información, alegando que Trillo ni siquiera conocía al magistrado. Aún así, la Ser siguió en sus trece.
La explicación que podría tener el empecinamiento de la cadena es bastante esclarecedor. Los populares consideran que la Policía tenía pinchado el teléfono de Trillo en esas fechas, en las que habló con el abogado Juan Ramón Montero. El jurista aparecía en su agenda telefónica como "J.Montero", motivo por el cual alguna fuente policial confundió este nombre con el de el magistrado del TSJV, y se lo filtró a la Ser errónamenente.
Tanto estos hechos, como otros que recoge El Mundo, han sido convenientemente denunciados, poniendo de relieve las sospechas de espionaje y las filtraciones de las conversaciones, que aún estando bajo secreto de sumario se han filtrado a medios de comunicación.