También llamaron a Indonesia, a un individuo del entorno del ulema Abu Bakar Bashir, que se encuentra encarcelado por su supuesta implicación en el atentado de Bali (octubre de 2002), donde fueron asesinadas 202 personas; y a Túnez, para hablar con un profesor universitario formador de salafistas.
Con todas estas llamadas –señalan las fuentes de EFE– los terroristas querían conseguir el "visto bueno" a su suicidio colectivo. La Policía había puesto cerco, desde la una del mediodía, al piso en que se encontraban, situado en la calle Carmen Martín Gaite de la localidad madrileña de Leganés.
Abu Qatadah, que está acusado de perpetrar varios atentados en Jordania contra intereses israelíes y estadounidenses, fue detenido hace dos años en el Reino Unido. Es el autor de la grabación, hallada en 2002 por la Policía italiana, en que Al Qaeda amenazaba con destruir Roma.
"El objetivo del Islam es conquistar toda la tierra, y Roma será conquistada con la fuerza", decía Abu Qatadah en la citada alocución, que reprodujo el pasado mes de abril el semanario italiano Panorama.
Por su parte, el indonesio Abu Bakar está considerado el líder espiritual del grupo terrorista Jemaah Islamiyah, brazo de Al Qaeda en el sureste asiático. Fue arrestado el pasado 30 de abril, acusado de estar implicado en el atentado de Bali; minutos antes había quedado en libertad tras cumplir una condena de 18 meses por falsificación de documentos.
Para los investigadores consultados por EFE, las llamadas que los terroristas de Leganés efectuaron el 3 de abril demuestran la conexión de la célula que perpetró los atentados del 11-M, vinculada al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), con otras organizaciones terroristas fundamentalistas.
Ceremonia de purificación antes del suicidio colectivo
Tras conseguir la autorización para el suicidio, prosigue la agencia EFE, los terroristas celebraron una ceremonia de purificación, se vistieron con túnicas blancas (que improvisaron con cortinas de la vivienda) y se lavaron con agua de La Meca que trajo a España Abdennabid Chedadi, detenido el 23 de abril en Guardias Viejas (Almería) y puesto en libertad después de prestar declaración en la Audiencia Nacional.
Al parecer, Chedadi repartió agua de La Meca a varias personas, pero no tenía constancia de la implicación de algunas de ellas en actividades terroristas.
Los terroristas de Leganés identificados son Asrih Rifaat Anouar, Serhane Ben Abdelmajid –El Tunecino, considerado el coordinador de los atentados–, Jamal Ahmidan –El Chino, mano derecha del anterior–, Abdennabi Kounjaa y los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha.
La Policía Científica no descarta que el séptimo cadáver sea el de Amer Azizi –cuyas huellas han sido encontradas en la casa de Morata de Tajuña (Madrid) donde se confeccionaron los artefactos explosivos empleados el 11-M– o el de Said Berraj, contra quien el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha dictado una orden de busca y captura internacional en relación con estos hechos.