(Libertad Digital) Hace menos de un mes que María Jesús González decía que se iría a vivir fuera de España para no enterarse de lo que estaba pasando y por el clima de hostilidad hacia las víctimas creado por el Gobierno de Zapatero. Este lunes, en una entrevista concedida a Libertad Digital Televisión, explicó que pasó una "temporada horrorosa" tras el atentado de Barajas y, sobre todo, la reacción de Zapatero. "Después de dos muertes, algo que es irreparable, no como nosotros que estamos aquí pensé que Zapatero iba a recapacitar y no, no ha cambiado, por eso me sentí derrotada".
Pero como ya decía Teresa Jiménez Becerril el pasado viernes en Libertad Digital Televisión, la manifestación tenía que servir para que las víctimas sintiesen el respaldo del pueblo español y en el caso particular de María Jesús González desistiese de su idea de abandonar el país. "Tengo casa ya preparada en Canadá, estaba viendo que iban a legalizar Batasuna-ETA y pensé si acaban gobernando los de Batasuna-ETA yo no quiero vivir aquí, porque somos incompatibles", dijo María Jesús González que aclaró que "yo he cambiado a partir del día de la manifestación que he dicho que no me voy".
María Jesús González no ocultó su emoción por éxito de la marcha. "Aunque la delegada del gobierno diga que éramos doscientos mil, había un millón y medio largo de personas que dieron un ejemplo de civismo", dijo, al tiempo que contó que "al final los Peones Negros me hicieron un homenaje, me escribieron una carta que se me ponen los pelos de punta", hasta el punto que llegó a llorar de la emoción."Habiendo en este país estas personas con esta valía, como me voy a ir yo de este país, que se vaya él", reflexionó en voz alta María Jesús González. En ese homenaje le regalaron "un ramo de flores, con una bandera de España, y ponía resistencia", por lo que pensó que ella también debía resistir.
Prueba de la masiva asistencia, relató González, fue que ella misma no pudo ni llegar a Cibeles, y sólo después de oír el manifiesto consiguió avanzar hasta la plaza. "Me emociono mucho porque me doy cuenta de que la gente me quiere muchísimo, pero últimamente como los medios los tienen ellos, convencen a muchas personas de que las víctimas no queremos la paz, y hay gente que te dice que hay que saber perdonar", dijo María Jesús González que exclamó "¡pero si yo he perdonado desde el primer día!, lo que no quiero es injusticia". Al igual que le sucede a Teresa Jiménez Becerril en Italia, donde reside, María Jesús González dijo que cuando viaja a Suecia, por las operaciones de su hija Irene, y cuenta lo que pasa en España "dicen que no es posible".
Respecto al trato que reciben las víctimas de este Gobierno, González lo tiene claro: "Yo tengo asumido que los etarras te pongan una bomba, pusieron una bomba y me tocó a mí, los asesinos lo que hacen es matar, pero cuando el presidente, que es el que me tiene que cuidar, proteger, llevar en palmitas, porque hemos perdido mucho, pues no, en vez de eso, este señor se dedica a machacar a todo el mundo, nos insulta, nos desacredita".
María Jesús González cree que Zapatero "no tiene ninguna intención" de cambiar su política de negociación. "Es lo que aparentemente dan a entender, que no van a cambiar y van a seguir con sus amigos los terroristas". También criticó que "la palabra paz se está desvirtuando, cuando oigo paz me da dolor de estomago, ahora no significa lo que significaba antes, no estamos en guerra, lo que necesitamos es libertad".
Sobre el caso del etarra De Juana dijo que le "estomaga que se pase por víctima y por mártir, qué le vamos a hacer, a ver si se pasan los días y dejamos de hablar de él". Por último quiso "dar las gracias todos los manifestantes porque algunos han venido desde muy lejos, sin dormir, es muy incomodo y aun así me han dicho que vendrían uno, dos, tres veces más, las que haga falta".