La portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, ha advertido de que la Ejecutiva Federal del PSOE es la "dirección política de todos los socialistas" y no el "primo de Zumosol", como pretenden algunos, ha dicho, en referencia a los disconformes con la candidatura al Ayuntamiento de la capital, entre los que se encuentra el propio candidato, Jaime Lissavetzky.
"Cualquier interés por violentar las buenas relaciones existentes entre la Comisión Ejecutiva Federal y la Comisión Ejecutiva Regional del PSM está abocado al fracaso. Parece que algunos quieren tratar a la Comisión Ejecutiva Federal como al primo de Zumosol, pero la ésta es la dirección política de todos los socialistas, como lo es la regional", ha afirmado.
La portavoz parlamentaria y representante del PSM en la Ejecutiva Federal ha hecho estas declaraciones en la Asamblea, al ser preguntada por la posibilidad de que la dirección del PSOE intervenga para modificar la lista municipal aprobada por la Ejecutiva del PSM sin el acuerdo del candidato a la alcaldía, Jaime Lissavetzky.
A su juicio, la lista aprobada es "enormemente representativa", combina experiencia con renovación e incorpora a "siete personas propuestas por Lissavetzky".
"El resto son secretarios generales de agrupaciones de la ciudad, que conocen la realidad de los distritos y el día a día de sus barrios", ha destacado, y ha manifestado su "sorpresa" por que las agrupaciones que se han negado a votar la lista hablen de "persecución", como la de Moncloa -ha dicho-, que tiene a dos personas en la lista, o la de Villaverde, que ha metido a su secretario general.
"Yo no hubiera apoyado una lista que no tuviera garantizada la cohesión y no estuviera formada por personas dispuestas a dejarse la piel con el candidato", ha recalcado Menéndez, tras asegurar que en el PSM "no hay tomasistas y no tomasistas".
A ese respecto, ha criticado la falta de responsabilidad de los que siguen hablando de "tomasistas" y "trinitarios", y ha abogado por "rebajar el tono" de la polémica y dar "naturalidad" a lo que está ocurriendo en su partido, para "no provocar cierta decepción en las expectativas de muchos madrileños".
También ha recordado que cuando Lissavetzky era secretario general de la entonces FSM, en 1999, se produjeron "tensiones parecidas" entre él y el candidato a la alcaldía de aquel momento, Fernando Morán, a la hora de completar la candidatura.
En su opinión, Lissavetzky va a "reflexionar" y va a darse cuenta de que es un "candidato ganador" y de que eso le va a permitir nombrar a miembros de su Gobierno que no figuran en la lista, en virtud de la Ley de Capitalidad.