El presidente de CiU, Artur Mas, ha asegurado este martes sentirse preparado para liderar el "cambio" político en Cataluña, tras haber aprovechado los siete años de "travesía del desierto" en la oposición como una "escuela de humildad y modestia".
Una hora después de que el presidente de la Generalidad, José Montilla, haya anunciado que las elecciones catalanas se celebrarán el domingo 28 de noviembre, Mas ha comparecido en rueda de prensa en la sede de CiU para apelar al electorado a evitar a toda costa otra reedición del tripartito y frenar cualquier avance electoral del PP.
Desde un atril adornado con el lema "Comienza el cambio" y con nada menos que nueve senyeras detrás suyo, Mas ha echado la mirada atrás para constatar que, pese a la amargura vivida durante dos legislaturas por verse relegado a la oposición habiendo "ganado" las elecciones, ha podido aprender muchas lecciones: "No hay mal que por bien no venga", ha sentenciado.
"Ir a la oposición cuando ganas las elecciones no es agradable. En un primer momento, la reacción es de incomprensión, y es humano que así sea. Pero todo tiene su proceso y estos años en la oposición han sido una escuela de aprendizaje, una escuela de humildad y de modestia", ha destacado. Una de las lecciones aprendidas, según ha señalado Mas, es que "nadie está en posesión de la verdad absoluta. Nosotros tampoco".
Además de curtirle como líder político, la ingrata tarea de jefe de la oposición también le ha servido a él y a los suyos para saber "escuchar" mejor a la gente, "acercarse de una manera diferente" a los ciudadanos de Cataluña y, en general, "conocer mejor el país", ha dicho.
El líder de la federación nacionalista también tiene la sensación de haber ganado personalmente en "seguridad", ya que se ha tenido que enfrentar con "más dificultades de las que preveía" y las ha conseguido "vencer".
Por todo ello, y porque cree que las ganas de darle la vuelta al escenario político catalán "se palpan en la calle", Mas ha asegurado que el 28 de noviembre tendrán lugar "las elecciones del cambio".
Aunque este cambio "es posible" y "se puede tocar con la punta de los dedos", Mas ha hecho un llamamiento a sus partidarios para que no se relajen, no den nada por ganado y pongan su granito de arena durante este mes y medio para darle a CiU una amplia mayoría.
Según Mas, para hacer viable el cambio que propugna hay que evitar que PSC, ERC e ICV-EUiA vuelvan a sumar mayoría para formar un nuevo tripartito y, al mismo tiempo, hay que conseguir que el PP siga teniendo "una posición secundaria en Cataluña".
Consciente de que Cataluña se enfrentará a unas "circunstancias especialmente complicadas" y de que "ir a gobernar ahora significa ir a sufrir", Mas ha asegurado sentirse "preparado" para esta tarea, con la superación de la crisis económica como prioridad más urgente.
Recogiendo el guante lanzado por Montilla, Mas ha prometido desplegar una campaña electoral "de tono positivo y constructivo" y, pese a recordar que el "nerviosismo" de PSC, ERC e ICV les llevó en los últimos meses a olvidarse del juego limpio para intentar "destruir" a CiU, por ejemplo con la comisión de investigación del caso Palau, ha dicho confiar en las "buenas intenciones" del presidente catalán