El líder de CIU evitó criticar la situación en la que se encuentran dos ex altos cargos del partido en época de Jordi Pujol, imputados en la operación Pretoria, y también se mostró poco duro con el PSC y el presidente José Montilla.
"No puedo poner la mano en el fuego por Alavedra y Prenafeta", sentenció Artur Mas. Añadió que "soy amigo de ellos. Hace muchos años que les conozco. Me duele en el alma verlos en esta situación".
El político catalán se refirió a las encuestas ante unas posibles elecciones autonómicas. La abstención sería una de las protagonistas de los comicios, aunque suele serlo en Cataluña. Por ello, Mas considera que "existe un riesgo de que haya una abstención muy elevada. Si la hay, perjudicaría a CIU y al cambio".
También habló sobre un posible pacto con el Partido Popular tanto en Barcelona como en Madrid. "Hoy por hoy no", sentenció y para que se pudiera dar esa alianza puso dos condiciones: una que pasa por salir de la crisis y la otra por la relación que tendría que darse entre Cataluña y España.
En este sentido, Artur Mas negó haberse reunido con Mariano Rajoy y explicó que "he hablado con él alguna vez por teléfono. Las escasa relación que he tenido con él ha sido tan cordial como parca en resultados",
De este modo, avisó a los populares que si consiguen llegar a la Moncloa "habrá que exigirles un respeto a Cataluña, que pasa por cumplir las leyes que nos afectan".
El presidente de CIU habló también sobre la independencia de Cataluña. "Nos consideramos mayoritariamente una nación diferenciada. Por tanto, no renunciamos a ese derecho", sentenció en la entrevista.
Sin embargo, se mostró muy prudente a la hora de apoyar un referéndum independentista en toda la comunidad ya que "una consulta por la independencia provocaría una división muy fuerte. Y me temo muy mucho que ganaría el No". Así que se retrató y añadió que "si te lleva a la derrota, no tiene sentido".