Menú

Díez: "Me he encontrado rechazo y grosería en el menor de los casos"

Ocupando el mismo espacio que Soraya hace unas semanas, Rosa Díez combina su lado personal con el profesional en una entrevista concedida al Magazine de El Mundo. Habla de su carácter, de sus hijos, de su marido, de sus padres, pero también de su proyecto y actividad al frente de UPyD.

Ocupando el mismo espacio que Soraya hace unas semanas, Rosa Díez combina su lado personal con el profesional en una entrevista concedida al Magazine de El Mundo. Habla de su carácter, de sus hijos, de su marido, de sus padres, pero también de su proyecto y actividad al frente de UPyD.

(Libertad Digital) "Soy fuerte, pero no dura. Es más, me considero muy sensible". Rosa Díez se define a sí misma como una mujer "alegre, abierta... qué más puedo decir de mí. Cariñosa y tozuda. Nunca doy por perdida una batalla. También me considero muy intuitiva".

Lo más duro de su vocación, la política, es vivir separada de su familia ­–de lunes a jueves vive en hoteles de Madrid– y la repercusión que su decisión ha tenido en sus hijos. "A mis hijos no les pedí opinión para dedicarme a la política y condicionarles la vida. A ellos, sin querer les he hecho menos libres. (...) Han tenido miedo por su madre y lo han interiorizado. Han sido siempre tan adultos que nunca me lo han dicho. Pero las cosas salen y, cuando yo lo he descubierto, ya eran mayores..."

Lleva casada con su marido, Iñaki, 31 años. Le conoce "desde los 15 años. Tocaba la batería en un conjunto y nos hicimos amigos. Era muy abierto y muy divertido. Ha sido un buen compañero de viaje. No estaríamos aquí si no fuera así".

La política la mamó en casa. "Soy hija de unos padres muy políticos. Es algo totalmente vocacional y no me supone un sacrificio. Me encanta lo que hago". "(...) Mi madre llegó (a Sodupe, Vizcaya) por casualidad. Mi padre estaba preso en una cárcel cercana y ella llegó allí siguiéndole. Encontró trabajo en una fábrica de sacos y se quedó en el pueblo. Al salir mi padre, se colocó en una fábrica de aceros y pronto nacieron mis dos hermanos mayores. Después llegó yo. La niña y la pequeña".

"En mi casa se hablaba a menudo de política. Mi padre mencionaba mucho sus recuerdos de la guerra. Nunca mostró odio hacia nadie. Es más, nos dejó muy claro que no teníamos que odiar a nadie. Era un ser extraordinario. Tampoco quiso ganar la guerra con efectos retroactivos. Nos hablaba de la República para que supiéramos lo que era un régimen constitucional. Lo importante para él era la convivencia y enseñarnos que había que acatar las reglas de juego, aunque intentáramos cambiarlas. Fue una enseñanza tan importante que ha marcado toda mi vida".

Sobre su madre cuenta que estuvo con ella "hasta que murió, a los 92 años. Vivió 19 con Alzheimer. Llegó a no reconocerme y se le olvidó hablar, pero te acercabas y le dabas un beso y te sonreía. Estaba viva. La enfermedad no le quitó jamás su humanidad. Todos la echamos de menos".

UPyD, "un partido de románticos"

Sobre UPyD, el partido del que es líder, dice que es "un partido de románticos. Un partido muy raro pero muy moderno. Hay gente en nuestras filas que viene de la izquierda, otros, del liberalismo, y lo vivimos con naturalidad. Es un partido de alternativa. Quizá lo más novedoso es que el referente de este partido político, nacido en el siglo XXI, sea una mujer y que los impulsores sean un grupo de intelectuales".

Sus ex compañeros socialistas no se han portado especialmente bien con Rosa Díez. Es público y notorio el desprecio que muestra Zapatero cada vez que sube a la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados. La última vez, durante el debate sobre Economía de esta semana en el que el presidente tuvo que dar cuentas de la crisis por la que atraviesa España.

"Me he encontrado rechazo y grosería en el menor de los casos y cierta prevención inicial en mucha gente que no conocía, pero creo que se va produciendo una normalización de mi presencia en el Congreso".   

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 16 comentarios guardados