El presidente catalán defendió a sus socios de gobierno y rechazó sentirse "dolido" por su actuación a lo largo de este periodo, sobre todo durante el proceso de negociación del nuevo modelo de financiación autonómica.
En este sentido, subrayó que el Ejecutivo se dedicará durante el próximo año a gobernar y a continuar su trabajo centrado en "la marcha de la economía, la política de desarrollo de las infraestructuras y la mejora de los servicios del Estado del bienestar".
"El Gobierno no se va a romper"
"El Gobierno no se va a romper por mucho que algunos lo deseen", enfatizó antes de recordar también que los cambios de miembros del Ejecutivo se realizan cuando el presidente lo cree necesario. "Y yo no lo he creído necesario", añadió.
Montilla aprovechó su intervención para "pedir respeto" para todas las fuerzas políticas catalanas y rechazó que se las "caricaturice" como "depredadoras". "Es falso e interesado acusar a Cataluña de chantajista", defendió antes de asegurar que se trata de una comunidad "muy solidaria".
Según dijo, el Gobierno catalán está integrado por formaciones que tienen un objetivo común a corto y medio plazo pero difieren en sus aspiraciones a largo plazo, algo que no considera un obstáculo para el trabajo diario. En concreto, en alusión a ERC, enfatizó que todos los proyectos políticos que se defiendan utilizando el Estado de Derecho "son legítimos".