L D (EFE) El XXXVI Congreso del PSOE arranca este viernes en un clima mucho más relajado que la última cita congresual de los socialistas, donde Zapatero se impuso a Bono por un estrecho margen y ante la sorpresa de la vieja guardia, que respaldaba al ahora ministro de Defensa. Entonces, los votos de los delegados catalanes fueron decisivos y eso se tradujo en la presencia de José Montilla en la Ejecutiva. El peso del PSC también se ha dejado notar en el Gobierno salido tras el 14-M: el propio Montilla fue nombrado ministro de Industria y son muchas las voces que han criticado que el Ejecutivo central gobierna a remolque del tripartito catalán.
Ahora la situación nada tiene que ver con el anterior Congreso. Zapatero presentará como gestión de sus cuatro años al frente del PSOE la victoria electoral de las últimas generales. Su candidatura al frente de la Secretaría General será la única y por lo tanto, no habrá sorpresas. Pese a esto, no todo es calma en el PSOE. Hace sólo dos semanas Maragall escenificó su más claro choque de ideas con el Ejecutivo y la dirección del partido: en sólo dos días afirmó que respaldaba el plan Ibarretxe, "en el fondo, pero no en las formas", y se mostró partidario de que el PSC tuviera grupo propio en el Congreso para alargar el espíritu de la Entesa catalana vigente en el Senado. La vicepresidenta Fernández de la Vega tuvo que recordarle que el plan Ibarretxe "no es asumible" ni por el Gobierno ni por el PSOE. Sobre las pretensiones de Maragall y su grupo propio, este mismo jueves José Blanco ha aclarado que el PSOE aceptaría un grupo socialistas catalán en el Senado "como expresión de singularidad", pero no así en el Congreso, porque el "reglamento no lo permite".
José Montilla, ministro de Industria, Turismo y Comercio, ha hecho estas afirmaciones durante la reunión de los 105 delegados del PSC que asistirán al congreso del PSOE, que se celebra desde este viernes y hasta el domingo. El dirigente del PSC ha llegado a la reunión de la delegación con más de una hora de retraso, tras almorzar con Pasqual Maragall para intercambiar impresiones sobre el congreso, y cuando todavía se dirime la participación final de los socialistas catalanes en la ejecutiva del PSOE y si finalmente Montilla queda fuera de ésta.
Todo apunta a que la cuestión no se desencallará hasta la reunión que inicialmente mantendrán este viernes por la tarde Rodríguez Zapatero y José Montilla