Las reuniones entre las delegaciones del PP y el PSOE se multiplican para intentar salvar el Estatuto de Castilla-La Mancha un día antes de la reunión de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. En caso de no llegar a acuerdo, el presidente de la región, el socialista José María Barreda, amenaza con retirar definitivamente el proyecto.
Veinticuatro horas antes de la cita, los contactos se multiplican. Según ha podido saber Libertad Digital, los ponentes de ambas formaciones, el popular Arturo García Tizón y el socialista Alejandro Alonso, trabajan con hasta cinco textos diferentes con términos semánticos y numéricos “diferentes” a fin de salvar el texto.
Muy pendientes de los avances están los portavoces del PSOE y el PP en la Carrera de San Jerónimo, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría. Ésta última informa puntualmente a María Dolores de Cospedal, secretaria general de los populares y presidenta de esta formación en Castilla-La Mancha.
En cuanto a esos cinco borradores, las fuentes consultadas aseguran que todos ellos incluyen la polémica reserva de agua, aunque dependiendo de a cuál se mire existen “nomenclaturas” y “cantidades” diferentes. Tres de las propuestas son del PP y dos del PSOE, una de ellas especialmente proclive a los intereses de los gobiernos de Valencia y Murcia.
Sin embargo, desde Levante advierten que si el PSOE “se obstina” en mantener en el texto la reserva de agua, el PP “debería votar no” en la Comisión Constitucional. “Los ánimos están caldeados”, aseguran fuentes de la Presidencia murciana, que ponen de relieve la manifestación que el lunes congregó a miles de ciudadanos en la capital, y que se podría repetir “si son capaces de hacer lo que no deben”.
Los presidentes Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel fueron contundentes al término de la reunión que mantuvieron el lunes en Murcia. “La Comisión tiene que votar que no porque votar otra cosa sería descolocarnos”, dijo el barón murciano, que añadió: “defenderemos el trasvase hasta las últimas consecuencias y sin ceder a un derecho que consideran irrenunciable”.
Por su parte, Camps advirtió: “no creemos en una España de caducidades ni de reservas”, en alusión a la inclusión de una reserva estratégica de 4.000 hectómetros cúbicos en el preámbulo de la reforma estatutaria, y comentó que actualmente se asiste a un “debate absurdo de tensión que no se ajusta a ningún dato objetivo”.
En Génova se teme que las relaciones, ya de por sí deterioradas, entre Cospedal y Valcárcel y Camps “puedan saltar por los aires”. El líder de la formación, Mariano Rajoy, está “muy pendiente de cómo se suceden los acontecimientos”.