(Libertad Digital) El 24 de noviembre de 2002, el juez Garzón sufrió un episodio similar al que este viernes le ha obligado a ingresar en un hospital. Se debió, según declararon entonces fuentes próximas al juez, la dolencia fue fruto de "la intensa carga de trabajo" a la que se veía sometido. En esos momentos, Baltasar Garzón estaba metido de lleno en los interrogatorios a la cúpula de Herri Batasuna que tuvo que postergar hasta mediados de diciembre.
El juez ingresó entonces en el Hospital de Madrid Montepríncipe, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. La sintomatología de ingreso era de parálisis facial periférica izquierda e hipertensión. Tras realizarle una batería de pruebas médicas fue dado de alta al día siguiente.
A mediados de los años 90, el juez de instrucción de la Audiencia Nacional también requirió atención hospitalaria al presentar cuadros médicos similares. Entonces estaba instruyendo el sumario de los GAL apuntando al presidente del Gobierno y al ministro Barrionuevo. Según fuentes consultadas por Libertad Digital, es recurrente que el magistrado sufra este tipo de ataques cuando el trabajo le agobia y se ve "contra las cuerdas". Personas que le conocen no descartan que el magistrado busque también "inspirar un sentimiento de solidaridad" y así poder "culpar a terceros de sus males". No obstante, Garzón tiene una naturaleza fuerte y es un hombre perfectamente sano, pero podría estar pasando un mal momento al ser consciente de que lo arriesgado de instruir un sumario para el que no es competente.