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Rajoy promete a Acebes, Aznar y Mayor que aplicará su política antiterrorista

Si Zapatero quiere la derrota a ETA, que lea España, camino de libertad de Cosidó y Elía. Allí se desgrana la política antiterrorista de los gobiernos de Aznar, de la que han dado cuenta sus protagonistas. "Los pilares del pasado lo son para el futuro", prometió Rajoy. Aznar, Acebes y Mayor, muy contundentes.

Si Zapatero quiere la derrota a ETA, que lea España, camino de libertad de Cosidó y Elía. Allí se desgrana la política antiterrorista de los gobiernos de Aznar, de la que han dado cuenta sus protagonistas. "Los pilares del pasado lo son para el futuro", prometió Rajoy. Aznar, Acebes y Mayor, muy contundentes.
Aznar y sus tres ministros del Interior | Foto FAES

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, y quienes ocuparon la cartera de Interior durante sus gobiernos -Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Ángel Acebes- le han explicado a José Luis Rodríguez Zapatero cuál es el camino en la lucha contra la banda terrorista ETA y qué  líneas rojas jamás debe sobrepasar.

Les avala la época en la que los asesinos estuvieron más cerca que nunca del fin, aquella en la que se hizo bandera de la determinación social y política contra ETA, y de la que da cuenta con todo lujo de detalles la obra que presentaban, España, camino de libertad de Ignacio Cosidó y Oscar Elía. Desde entonces y hasta la actualidad hay una negociación política de por medio y las sospechas, corroboradas hoy, de que podríamos estar ante un segundo tiempo de la infamia.

La hoja de ruta "de ETA y del Gobierno"

Sobre ese extremo, Mayor Oreja volvió a ser una vez más el más explícito. El vicepresidente primero de los populares europeos insistió en su diagnóstico, y recalcó que clave en este segundo tiempo de contactos son los mediadores internacionales. “Es la hoja de ruta, la de ETA y la del Gobierno”, sentenció, ante la atenta mirada de su jefe de filas.

Una hoja de ruta que pasa porque el Ejecutivo subraye las detenciones contra el entramado terrorista mientras que la otra parte, la de “los voceros” de la banda, venda el éxito del “nuevo proceso”, ese que habla de una ETA mala y de otra buena. “Necesitan inventarse dos personalidades diferentes” pero “España no se merece un camino con estas características”.

Acebes advierte de una "falsa condena trampa"

En esta idea ahondó también el ex secretario general de la formación, Ángel Acebes, quien advirtió que “todavía quedan quienes, desafiando la experiencia, la ética y la razón, opinan que con la ley no basta. Que los atajos en forma de negociaciones y contra partidas son inevitables y necesarios con el terrorismo”.

Era su primera aparición pública desde que abandonó la primera línea de la vida política, y el público le respondió con sonoros aplausos. Acebes fue “brillante” para todos los consultados, con un firmísimo discurso: “reconocer a Batasuna una naturaleza y una vocación distintas de las de ETA es el paso previo a su reconocimiento como actor político legitimado para concurrir a unas elecciones”. Es decir, “el mayor balón de oxígeno que podía recibir ETA en estos momentos de debilidad”.

Por ello, y partiendo de la base de que ETA necesita un partido legal “para sobrevivir”, Acebes no duda de que los asesinos podrían idear una “falsa condena trampa”. “Podría estar dispuesta a todo” motivo por el cual no hay que dejar de recordar que “Batasuna es ETA y mientras exista ETA, Batasuna no puede hacer política”.

“Cualquier discurso, gesto o medida, cualquier polo, plataforma o pista de aterrizaje que suponga facilitarle esa posibilidad debe ser rechazado de manera clara, categórica, abierta y frontal”, sentenció.

Aznar denunció el "juego temerario" de Zapatero

Aznar tampoco se fía del actual presidente del Gobierno, y criticó su juego temerario en política antiterrorista. “Conviene poner negro sobre blanco el juego temerario de los que quieren experimentar con nuevas operaciones de distracción. El juego de los que alimentan falsas expectativas que no son más que un plato recalentado de la cocina de ETA, aderezado por sus apoyos políticos y presentado por esos supuestos mediadores internacionales para hacerlo más atractivo a las voluntades erráticas y a los cálculos oportunistas”, concluyó.

Dicho de otra manera, “no todas las ideas son legítimas en democracia aunque se expresen al margen de la violencia”. Y es que, según esgrimió, “aquellos que ni condenan el terrorismo, ni renuncian a su proyecto totalitario no pueden estar en las instituciones. Y afirmar que serán estos cómplices del terrorismo los que van a traer la paz es una verdadera afrenta a las víctimas, y a tantos que han trabajado y siguen trabajando y nuestra seguridad”.

La conclusión fue repetida por todos: no puede haber atajos en la lucha contra el terror y, como bien apuntó Acebes, “también tendrá que haber ganadores y perdedores. Vencedores y vencidos”.

Rajoy: "Los pilares del pasado, los pilares para el futuro"

Un extremo que suscribió el actual líder nacional del partido, si bien no reafirmó que exista actualmente una negociación. Dicho esto, puso como prueba de fuego las próximas elecciones municipales, y si entonces Batasuna o sus franquicias se cuelan en las instituciones, proclama que “no tengan la más mínima duda” que actuará como en la pasada legislatura, rompiendo con el Gobierno en la lucha contra ETA.

Quiero pensar que no se va a repetir nunca, y si se repitiera, yo actuaré como entonces”, afirmó, para después añadir que “el tiempo suele poner a cada uno en su lugar”. “Con los terroristas ni se negocia ni se dialoga, la vida no se negocia y al chantaje del terror no se cede”, recalcó, recibiendo el aplauso del auditorio.

Momento en el que hizo el anuncio político de la jornada: “los pilares del pasado son los pilares y los principios para el futuro. Son los pilares y los principios que inspirarán mi política antiterrorista si soy presidente del Gobierno”.

Estaban todos… menos San Gil

La expectación era la habitual en las grandes citas políticas. No cabía un alfiler. Víctimas del terrorismo, colectivos sociales y lo más granado de la política nacional, a excepción -eso sí- de cualquier dirigente con carné socialista.

En las gradas, además de los ya citados, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola; así como multitud de diputados y senadores populares. Faltó, aunque estaba prevista su asistencia, la que fuera número uno de los populares en el País Vasco, María San Gil, que excusó su presencia “por motivos médicos”.

El camino a seguir

El 26 de junio de 2002, hace ahora ocho años, el Gobierno de Aznar aprobó la Ley de Partidos con el 94% de los votos. Unas semanas después, el cuatro de agosto, ETA colocó un coche bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola. Murieron Cecilio Gallego y una niña de seis años, Silvia Martínez. El etarra Arnaldo Otegi justificó el asesinato.

“Ángel esto se acabó”, le dijo entonces Aznar a Acebes. Unos meses después, la democracia española ponía fin a “la impunidad política” de ETA y Batasuna era ilegalizada. Según coincidieron todos, ése y sólo ése es el camino a seguir para acabar, de una vez por todas, con la lacra del terrorismo.

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