La situación ha llegado a tal punto que los socialistas lo dan por hecho. La mayoría, en privado, y cada vez más, en público. Al malestar por los vaivenes del Gobierno en materia económica no sólo se suman históricos barones territoriales ni ex presidentes del Gobierno, también miembros con voz y voto en el actual grupo parlamentario socialista. La última ha sido la portavoz del PSOE en la Comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa, que ha cargado duro contra el Gobierno.
“Nosotros lo hacemos muy mal, no discuto, pero somos los menos malos”, decía en la reunión de la citada comisión esta misma mañana.
No es que ésta crítica interna sea determinante. Más bien, al contrario. La autocrítica no parece calar en la reticencia que tiene el Gobierno a emprender una crisis de Gobierno en los próximos meses. Hoy el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, ponía voz a la comunicación que Zapatero le trasladó a algunos miembros de su equipo gubernamental.
“El Gobierno no tienen ninguna intención de hacer crisis de Gobierno”, matizaba Chaves, “por lo que nos comunicó”. El titular de la cartera de política territorial defendía que la competencia es de Zapatero y “la tomará cuando le parezca conveniente. Ahora, no”, sentenciaba aclarando que en el entorno del Gobierno “no noto ningún ambiente de crisis, sino normalidad absoluta”.