La última sesión del juicio en el que se ha vuelto a ver sentado en el banquillo de los acusados al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi ha tenido lugar este viernes en la sede de la Audiencia Nacional. En su alegato final el exportavoz de Batasuna, quien se ha negado a condenar la violencia de ETA, ha asegurado que su propuesta es sólo "política y democrática" y que son los medios de comunicación los que manipulan sus palabras. Dice el proetarra que los periodistas "ponen encima de la mesa una cortina de humo" para ocultar su propuesta.
El juicio arrancaba pasadas las diez y media de la mañana sin público en la Sala, ya que los gritos de “Aupa Arnaldo” que ayer se pudieron escuchar en la Sala por parte de los proetarras provocaron que la presidenta del Tribunal, Ángela Murillo, prohibiese la asistencia de público.
En primer lugar, se visionaron de nuevo los vídeos que varios medios de comunicación capturaron en el acto y cuya traducción sobre las manifestaciones de Otegi suscitó ayer dudas en las defensas. Dudas que acabaron obligando al tribunal a suspender la vista. Hoy tres nuevos intérpretes de la Audiencia Nacional han traducido lo dicho por el acusado y las defensas lo han aceptado.
En los vídeos se podía ver cómo Otegi participó el 9 de julio de 2005 en un homenaje al preso etarra José María Sagarduy en Amorebieta (Vizcaya). Para el Ministerio Fiscal esta participación constituye un delito de enaltecimiento del terrorismo “ya que se realizó un verdadero homenaje a un miembro de ETA” condenado por asesinato.
La fiscal: "Quien calla, otorga"
Según ha señalado en su conclusión final la fiscal Blanca Rodríguez “el acto fue organizado por miembros de la izquierda abertzale, bajo el logotipo de Askatasuna, para homenajear a un miembro de ETA”.
Respecto a Otegi, la fiscal ha destacado que guardó silencio cuando tuvo la oportunidad de condenar a ETA y ha dicho que "quien calla, otorga". La fiscal le ha advertido de que perdió su oportunidad de condenar la violencia terrorista y ha dicho que, aunque el silencio no es una prueba por sí solo para condenarlo, pero que el hecho de dar "la callada por respuesta" debe ser tenido en cuenta por el tribunal, ya que cree que así "está apoyando y corroborando la violencia" de ETA. Por esta razón, el Ministerio Público ha mantenido la petición de 18 meses de prisión y 14 años de inhabilitación para Otegi.
Además, la fiscal ha elevado la petición de pena de 15 a 18 meses de prisión para la ex presa etarra Itziar Galardi, al tener en cuenta la reincidencia, ya que fue condenada por asesinato terrorista en 1984 y salió de la cárcel en febrero de 2002. Este agravante de reincidencia se debe a que no han pasado los cinco años que la ley exige tras el cumplimiento de una condena para que desaparezcan los antecedentes penales.
Con respecto a la tercera imputada que se ha sentado en el banquillo de los acusados, Josune Irakulis, el fiscal no ha solicitado ninguna petición de condena puesto que no ha encontrado indicios de que haya participado en la "loa y en la alabanza" de Sagarduy.
Por su parte, la acusación representada por las asociaciones el Foro Ermua y Dignidad y Justicia han elevado a definitivas sus conclusiones y han pedido penas de entre tres años y medio de cárcel y cinco para Otegi, Galardi e Irakulis, a los que acusan de enaltecimiento del terrorismo, reunión ilícita y asociación ilícita.
Mientras, las defensas de los acusados han pedido su libre absolución por falta de pruebas para demostrar que se enalteció el terrorismo. El caso queda visto para sentencia.