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Patxi López: "El partido no está tan mal"

Los dirigentes del PSOE que han asistido al Comité Federal del partido han arropado a José Luis Rodríguez Zapatero, tal y como les ordenó el Gobierno. Además, han defendido la gestión de la crisis que lleva a cabo al Ejecutivo y la anunciada subida de impuestos.

A su llegada a la reunión del Comité Federal del PSOE, varios ministros y otros miembros de la dirección federal han respaldado el liderazgo de Zapatero en el partido y en el Gobierno, al tiempo que han rechazado que exista ningún malestar interno por cómo se está gestionando la crisis económica.

Para la ministra de Defensa, Carmen Chacón, los socialistas están "unidos y unidísimos en un momento complicado para el país, más unidos que nunca y con más ganas de seguir trabajando que nunca".

El titular de Trabajo, Celestino Corbacho, ha considerado "una obviedad" que faltan recursos económicos, debido a que ha habido una caída importante en los ingresos y ha sido necesario atender unas necesidades "también obvias".

Corbacho ha mencionado el "incremento importante" de las prestaciones por desempleo y el mantenimiento de las políticas sociales, lo que "sin duda tiene una repercusión en las cuentas públicas".

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, por su parte, ha incidido en que todos los socialistas confían en Zapatero, "y no solamente los socialistas", ha apostillado, para poner el acento en que el líder del PSOE "es el presidente legítimo de todos los españoles".

Jiménez ha dicho que no ve motivos para la polémica ni para la preocupación y ha sostenido que no ha escuchado "a nadie en el PSOE que discrepe" sobre la subida de impuestos.

En este punto, ha recordado que el aumento de la presión fiscal se ha planteado con carácter temporal y limitado, sin afectar ni a las rentas del trabajo ni a las empresas.

Según el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, la reunión refleja "lo que hay en el partido", que consiste, a su juicio, en el apoyo a una política económica "sensata, seria y responsable", que está con el conjunto de la ciudadanía, con quienes más lo necesitan.

Una política económica "pactada internacionalmemte" y que se corresponde -ha observado- con "los objetivos socialdemócratas" de estar con la mayoría del país.

"Lo digo por experiencia; cuando he intervenido en el Congreso defendiendo la política económica del PSOE creo que nunca he recabado tantas adhesiones y tantos aplausos como cuando la he defendido en sede institucional, y fuera también", ha agregado.

Otro de los asistentes a esta reunión del máximo órgano de dirección del PSOE entre congresos, el lehendakari Patxi López, ha sostenido que "el partido no está tan mal" como la imagen que "algunos quieren instalar, sino al revés.".

"Estamos dando una respuesta desde la izquierda al principal problema que tiene este país, que es la crisis. Lo que tenemos que hacer es creérnoslo y contarlo así", ha enfatizado, para defender a continuación el aumento de la presión fiscal con el argumento de que "un Gobierno necesita recursos para poder hacer políticas, y los recursos nacen de los impuestos". "Lo que hay que hacer es explicarlo bien", ha indicado.

También ha hablado el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, bajo cuyo criterio Zapatero y su Gobierno "tienen que sentir el apoyo incondicional del partido, y así va a ser", precisamente en "una situación compleja" como la actual.

Iglesias ha negado que exista una "consigna" para cerrar filas hoy en torno al liderazgo de Zapatero y ha reiterado que lo que hay es "un sentido común dentro del partido y de sus militantes de que no se puede dejar de apoyar al Gobierno especialmente en momentos de dificultad".

"Siempre hay sensibilidades y siempre hay maneras de pensar, como es normal en un partido en el que cada uno opina con libertad. Este partido tiene la tendencia de que cuando hay dificultades está al lado de su Gobierno", ha destacado.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se ha mostrado convencido de que los socialistas hablarán "de todo, de lo humano y de lo divino", seguro de que es necesario discutir qué se va a hacer. "Como hacemos siempre", ha precisado.

Antes de entrar en la reunión, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, se ha limitado a señalar: "Bien, bien, este es un partido muy cohesionado", al ser preguntado por la situación interna del PSOE.

Mientras tanto, el diputado socialista Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, ha estimado que "no es necesario" que el PSOE reclame un cierre de filas, porque "está dentro de la responsabilidad de cada uno de los militantes".

Según el secretario de Estado de la UE, Diego López Garrido, el PSOE "entiende perfectamente la labor del Gobierno y la apoya" y no es necesario hacer apelaciones a la unidad.

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha defendido el papel de los ayuntamientos para salir de la crisis económica.


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