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Puig dice que se introdujo en la piscina de Pedro J. Ramírez porque "pasó por un camino de dominio público"

El diputado de ERC ha vuelto a declarar este lunes como imputado por asaltar, en agosto de 2005, en compañía de otras dos personas, la piscina de la casa que el director de El Mundo tiene en Mallorca. Joan Puig ha insistido en que "pasó por un camino de dominio público". A pesar de que el diputado de Esquerra y sus acompañantes fueron advertidos de la improcedencia de su conducta, escalaron unas rocas hasta alcanzar la piscina del chalé de Pedro J. Ramírez, "no sin antes insultar, escupir y vejar a los propietarios de la misma y a los que allí estaban llamándoles matones" y varios insultos. Según la querella, se empleó la fuerza y la violencia.

El diputado de ERC ha vuelto a declarar este lunes como imputado por asaltar, en agosto de 2005, en compañía de otras dos personas, la piscina de la casa que el director de El Mundo tiene en Mallorca. Joan Puig ha insistido en que "pasó por un camino de dominio público". A pesar de que el diputado de Esquerra y sus acompañantes fueron advertidos de la improcedencia de su conducta, escalaron unas rocas hasta alcanzar la piscina del chalé de Pedro J. Ramírez, "no sin antes insultar, escupir y vejar a los propietarios de la misma y a los que allí estaban llamándoles matones" y varios insultos. Según la querella, se empleó la fuerza y la violencia.
L D (Europa Press) El diputado catalán, según fuentes consultadas por Europa Press, ha entregado al magistrado Joaquín Giménez, ante el que declaró, un vídeo de la televisión local de la población mallorquina de Son Servera, en el que, según él, se ve con claridad cómo fueron lo miembros del equipo de seguridad de Pedro J. Ramírez los que comenzaron a dar empujones. El vídeo se visionará por las partes personadas en el procedimiento en el Tribunal Supremo a principios de la próxima semana.
 
Puig, citado a declarar por la querella presentada en agosto de 2005 por Pedro J. Ramírez por los delitos de coacciones o usurpación, declaró a lo periodistas a la salida del alto tribunal que se encontraba tranquilo y que había "venido a colaborar con la Justicia para que se esclarezcan los hechos y se demuestre al final la verdad". Insistió en que había contestado todas las preguntas que le formularon las partes, incluidas las de la acusación que ejerce el diario "El Mundo", y que confía "en la Justicia, que es en definitiva la que tiene que tomar la decisión".
 
El director de El Mundo y otras tres personas presentaron una querella contra Joan Puig, Joan Llado, Jaume Sastre, José Martí Sastre, Bernardo Fiol Moya, Pere Daniel Pol Creus, Concepción Peña Ferreira, María Antonia Vadel, Andreu Pascual y Randa Ramón por los delitos de allanamiento de morada, coacciones, manifestación ilegal, lesiones y amenazas. La querella también se dirigía contra el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socias, por denegación de auxilio.
 
En concreto, Puig está acusado de que el 13 de agosto de 2005, en compañía de otras dos personas, no aforadas y contra las que se sigue procedimiento en Mallorca, trataban de reivindicar un derecho de paso suspendido administrativamente. A pesar de ser advertidos de la improcedencia de su conducta, procedieron a escalar unas rocas hasta alcanzar la piscina del chalé de Pedro J. Ramírez, "no sin antes insultar, escupir y vejar a los propietarios de la misma y a los que allí estaban llamándoles matones" y varios insultos. Según la querella, se empleó fuerza y violencia en las personas.
 
El Supremo sólo investiga a Puig
 
En el auto de admisión a trámite de la querella del director de El Mundo , el Tribunal Supremo explicaba que a pesar de que "tradicionalmente" el hacerse cargo de un procedimiento contra un aforado arrastraba a los otros imputados, en esta ocasión sólo investigará a Puig, para no vulnerar el derecho fundamental al juez predeterminado por la ley de los demás querellados, que seguirán siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 4 de Manacor, que hasta ahora ha llevado la causa. La resolución explica que la Sala Segunda del Supremo únicamente puede ser el juez predeterminado por la ley para aforados, por lo que no puede investigar a los demás querellados, a pesar de que un solo procedimiento para juzgar unos mismos hechos evita contradicciones entre tribunales y favorece la economía procesal.

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