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Quiroga: "Todos los que estudiábamos Derecho queríamos ser como Garzón"

Quiroga ha desgranado la estrategia de Zapatero hasta las próximas generales: "mucho ruido, el caso Gürtel, la Guerra Civil y Garzón". Sobre el juez, reconoce que "todos los que estudiábamos derecho queríamos ser como él", pero denunció la actual "senda peligrosa". Pons ve un daño a la democracia.

Quiroga ha desgranado la estrategia de Zapatero hasta las próximas generales: "mucho ruido, el caso Gürtel, la Guerra Civil y Garzón". Sobre el juez, reconoce que "todos los que estudiábamos derecho queríamos ser como él", pero denunció la actual "senda peligrosa". Pons ve un daño a la democracia.

La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, lo tiene claro: José Luis Rodríguez Zapatero solo quiere “mucho ruido” hasta las próximas elecciones generales para así evitar “la toma de medidas”. Unas “cortinas de humo” que pasan, a su juicio, por el caso Gürtel, la Guerra Civil y los actos de apoyo al juez Baltasar Garzón y de presión al Tribunal Supremo.

“Zapatero no piensa tomar ninguna medida porque todo su mandato lo ha basado en ser el bueno de la película, en sonreír”, ha argumentado Quiroga, quien ha salido en defensa del espíritu de la Transición española en un desayuno informativo celebrado en Madrid.

En este sentido, ha recordado sus años como estudiante de Derecho y ha reconocido que ya entonces Garzón “era el juez estrella” y “todos queríamos ser como él”. Dicho esto, lo que toca ahora es “mantener la cordura, la responsabilidad y el respeto a la instituciones”. “Cuando Ibarretxe se sentó en el banquillo parecía que iba a caerse el cielo, con el juez Garzón pasa exactamente lo mismo”.

La presidenta de la Cámara de Vitoria ahonda en esta cuestión y advierte que nos encontramos ante “una senda muy peligrosa” visto lo visto este fin de semana. “Estamos intentando abrir algo que en España ha sido modélico como se cerró, treinta años después de la transición hay personas que quieren sacar todo el odio y todo el rencor y a ver qué es lo que pasa. Es una injusticia, una injusticia”, exclamó.

La dirigente popular se llega a preguntar “¿por qué yo, con 36 años, tengo que vivir de nuevo todo esto?” e insistió en que “hay personas que están tratando de sacar sus traumas personales” y que esto podría provocar “situaciones que no sabemos calcular”. “¿Por qué no somos capaces en España de poner en valor lo que hemos hecho bien? Me rebelo ante estas personas que nos quieren trasladar sus odios a nuestra generación”, concluyó.

Cerrada defensa de Rajoy

Ya en otro orden de cosas, la presidenta del Parlamento vasco ha defendido la actuación del presidente del PP, Mariano Rajoy, en el caso Gürtel, y ha dicho que le ha "reconfortado" porque "se ha actuado con contundencia y en el momento en que se tenía que actuar".

Quiroga ha considerado que Rajoy "ha cerrado el círculo" abierto por la trama y lo ha hecho "bien, hasta el final", y ha criticado que ahora se diga "que no lo ha hecho a tiempo", "rápido" o "con contundencia". "Me alegro que no lo haya hecho tan rápido y con tanta contundencia. Es una garantía, porque demuestra que el presidente de mi partido respeta algo importante: la presunción de inocencia", afirmó.

Así, Quiroga ha dicho que le "preocuparía" que el presidente de su partido "se dejara llevar por los medios de comunicación" y ha recalcado que hay dirigentes del PP en Murcia o Canarias que "hoy no estarían en la política si Rajoy hubiera actuado con la premura y contundencia que se le exigía". Es más, a su juicio, ha actuado "con la máxima garantía de responsabilidad, ha ponderado los datos, las informaciones, ha cerrado este caso" y "nadie se lo quiere reconocer".
 
Se ha referido asimismo, preguntada por Libertad Digital, a la polémica por el patrimonio personal del presidente del Congreso, José Bono, y, sobre si dimitiría si se destaparan informaciones sobre ella en el mismo sentido, ha respondido: "No sé, porque yo no tengo ese patrimonio".

Quiroga se ha visto arropada por el presidente del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti; su número dos, Iñaki Oyarzábal; el responsable de Justicia del PP, Federico Trillo; y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, entre otros miembros de su partido.

González Pons: "La manifestación fue radical"

Por su parte, el Comité de Dirección del PP, reunido este lunes en Génova, también ha analizado la situación de la Justicia española. Su responsable de Comunicación, Esteban González Pons, ha recordado que la manifestación del sábado fue en apoyo al juez Garzón pero también tuvo como objetivo presionar a Tribunal Supremo. Por ello la tildó de “radical” y acusó al Ejecutivo de provocar "un daño a la democracia que tardará en cicatrizar".
 
El Gobierno, según denunció, participó en esas "acusaciones" y "ataques" al Alto Tribunal con "declaraciones altisonantes", como las recientes del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, para quien la actuación de esta instancia judicial en la querella por la instrucción de Garzón en el caso de las víctimas del franquismo crea "alarma social".

Tras recordar estas declaraciones del ministro, Pons ha asegurado: "Si el Gobierno mina la credibilidad del Supremo, mina la credibilidad de las instituciones neutrales que permiten que la democracia sea posible". En este sentido, incidió en sus acusaciones al Ejecutivo al afirmar que "está más cerca de las minorías radicales que de los ciudadanos" y que, gracias a esta "polémica que no tiene nada que ver con el día a día de los españoles", procura "ocultar la crisis" y "dividir" a los españoles, informa EFE.

Una crisis que para González Pons es "triple", ya que a la económica y social, el Gobierno, con su comportamiento, ha sumado la institucional.

Tras pedir "máximo respeto" a las instituciones judiciales, el vicesecretario de Comunicación del PP ha abogado por "no politizar las instituciones neutrales" y por mantener a éstas indemnes ante cualquier ataque, como el que a su juicio tiene lugar desde hace unos días por el proceso a Garzón.

Pons, con todo, ha destacado que su partido estará siempre con las víctimas, también las de la Guerra Civil, ya que tienen derecho a saber dónde están enterrados sus familiares y reclamar el honor que les corresponde. "Pero eso, siendo verdad, no tiene nada que ver con utilizar un determinado asunto para crear una polémica inexistente en la sociedad. Parece que los españoles están todos los días hablando de la Guerra Civil, de sus crímenes, de Franco; pero hablan del precio de las cosas. España tiene más olvidada la Guerra Civil de lo que creen algunos medios de comunicación", concluyó.

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