(Libertad Digital) El candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha acudido a la Cadena SER para ser entrevistado por Iñaki Gabilondo. Es de suponer que Rajoy, aficionado al deporte, estuviera preparado para jugar en campo contrario, aunque a lo mejor el líder del PP esperaba un trato similar al que había recibido Zapatero un día antes.
Iñaki Gabilondo tenía la estrategia bien diseñada. Presión en todo el campo desde el principio del partido. Para empezar, pregunta trampa: "¿Manda usted en el PP?" "¿es responsable de la campaña?". En su estilo gallego Rajoy intentó salir al paso de la pregunta delegando responsabilidades en Gabriel Elorriaga, porque sabía qué era lo siguiente que le iban a echar en cara. Gabilondo le recordó que las "comparaciones con Hitler" y las "intervenciones de Aznar" poco tiene que ver con la "mesura" que él pide para la campaña. "¿Están haciendo un llamamiento al voto del miedo?", añadió. Entonces el candidato popular si se mostró más seguro: "No, Yo no pido el voto del miedo, pido el voto de la convicción" porque "en los grandes temas fundamentales" tiene "las ideas más claras y un planteamiento más conocido y entendible" que el del PSOE.
Nueva batería de preguntas a propósito de la posible oferta de Rajoy a CiU para formar Gobierno. "¿Brindis o chantaje?", planteó Gabilondo. El secretario general del PP dijo que está dispuesto a "establecer puntos de acuerdo" con otras formaciones políticas, pero dejó claro que quiere una mayoría suficiente para formar gobierno en solitario y aplicar su programa. El locutor de la SER insistió: "¿Pero caso de que tenga mayoría absoluta invitará a CiU a entrar en el Gobierno?" "No, no, no", repitió Rajoy.
"¿Por qué no hay debate? ¿Es que usted desconfiaba de usted o en el partido desconfiaban de usted?", planteó el periodista. "Usted sabe que por ninguna de esas dos razones", señaló Rajoy, que reiteró su negativa a "transmitir a la opinión publica que se celebra un debate que no responde a la realidad" y recordó las hipotecas de Zapatero con Esquerra y compañía. A este respecto, el líder del PP recordó que Zapatero prometió acatar cualquier reforma del Estatuto que planteara del Parlamento catalán, algo que a él le produce estupefacción. Gabilondo salió al quite y dijo que alguien le podría replicar que "éste es un país construido en Autonomías y si un Parlamento autonómico aprueba con el 85% de los votos una reforma del estatuto tendría un aval democrático de primer orden". "Y si las Cortes lo votan en contra no tendría un aval democrático de primer orden. A dónde vamos con eso Iñaki", respondió con rapidez Rajoy.
Los "ocultos" del IRPF
Entrando en el terreno económico, Gabilondo volvió a recurrir a las preguntas con truco. "Usted nos ha dicho cuantos más no van a de pagar el IRPF, pero ¿cuántos más sí van a pagar el IRPF? "Dos millones de personas que son los puestos de trabajo que se pueden crear en la próxima legislatura", respondió el candidato popular. "Sabe que no le preguntaba eso", dijo Iñaki, que sacó a relucir quejas de inspectores de Hacienda y le pidió que dijera a cuantos "ocultos" vamos a poder incorporar. "Mire Iñaki, usted sabe que eso es muy difícil de decir, porque si supiera cuantos no pagan impuestos los estaría denunciado". Gabilondo volvió a recurrir a las "observaciones" de los inspectores y Rajoy zanjó el tema. "Mire Iñaki, no está demostrado que tengan razón siempre los que dicen las cosas".
Rajoy explica a Gabilondo la fórmula de la productividad
Después de las observaciones de los inspectores, se paso a las de los "expertos": "¿Por qué no acepta que de cara al inmediato futuro tenemos elementos inquietantes como la falta de productividad y la dependencia del ladrillo?" Rajoy recordó que "el reto más importante es la generación de trabajo, no tenemos un problema de productividad. (...) Que duda cabe que hay que mejorar la productividad, pero lo más importante es que haya más personas trabajando". Entonces Gabilondo explicó que el sólo planteaba un "dato objetivo" que es que "la productividad es el 0,5 y estaba en el uno y pico". Rajoy no quiso que las cosas quedarán así: "No, no, no, vamos a ver Iñaki, la productividad es un resultado matemático que resulta de dividir el Producto Interior Bruto entre las personas que trabaja, si trabajan más personas cae la productividad. En España la productividad por persona es igual que en el Reino Unido".
Le tocó el turno al tema del empleo. El locutor se lució en la pregunta: "A qué le llamamos trabajar, porque se computa como trabajar una cosa que no se merece ese nombre, un trabajo tan sumamente precario, trabajos de un día, de dos, tan sumamente precario". Pero Rajoy ya le había cogido el ritmo a la entrevista: "La temporalidad es un problema importante, pero no tan radicales de un día. Estamos en un treinta por ciento de contratos de esas características pero no de un día". "Que sí, que sí", le insistió el periodista.
Las armas de destrucción masiva
Y en este contexto llegó la pregunta de Gabilondo sobre la responsabilidad que debería asumir el Gobierno sobre las armas de destrucción masiva. Rajoy dijo que "en Irak no había armas de destrucción masiva" y que "es probable que todo el mundo tenga que explicar por qué no había" esas armas. Sin embargo, recordó que "Naciones Unidas durante 12 años aprobó resoluciones diciendo que Irak debía decir que había destruido sus armas de destrucción masiva o que había hecho con ellas" y fue el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el que dio "la última oportunidad" a Sadam para que eliminara sus armas de destrucción masiva. Añadió que en base a esa resolución y no a los informes de los servicios secretos de EEUU y Reino Unido países como España tomaron sus decisiones. Gabilondo no se dio por satisfecho: "Sinceramente, no cree que la sociedad españoles no merece otra respuesta". "Perdón, Iñaki yo le he dado una explicación. (...) Ningún país de la comunidad internacional, incluidos Francia y Siria, pusieron en duda la existencia de armas. El debate era qué había que hacer si Sadam no daba las explicaciones. (...) Esa es la explicación, otra cosa es que a usted le guste o no".
El caso Fabra y Alfredo Urdaci
Agotado el tema de la guerra, se abrieron otros frentes: "¿Por qué hemos de creerle cuando habla de comisiones de investigación para la próxima legislatura después de lo que hayan ustedes en esta legislatura con las cosas que merecían comisión de investigación?" Y por supuesto el caso Fabra, que sirvió a Gabilondo para acusar al PP de haber cambiado su discurso sobre el momento oportuno para exigir responsabilidades políticas: "Ahora no se reclaman en ninguno". "Vamos a ver Iñaki, a mí eso no me parece justo", respondió Rajoy, que indicó que con el PSOE "la corrupción era el tercer problema y ahora no está entre los cuarenta primeros". "Si el caso Fabra se hubiera producido cuando estaban ustedes en la oposición...", indicó el periodista de Prisa. "El caso Fabra es un problema privado entre el señor Fabra y una determinada persona. En principio tengo que creer al señor Fabra porque nadie ha demostrado que haya hecho una cosa que está mal", concluyó el aspirante a la presidencia del Gobierno.
Como postre, Alfredo Urdaci. Gabilondo: "¿Qué le parece que en campaña la dirección informativa de TVE esté a cargo de un periodista condenado por manipulación?" Rajoy: "Mire usted, Iñaki, yo no sé si está condenado por manipulación o no, pero no tengo ningún dato para no decir que Urdaci es un extraordinario periodista Si nos ponemos a hablar todos, el otro día fui a una televisión publica y me preguntaron 'le va a hacer usted un monumento a Urdaci" y yo me quedé con las ganas de contestar y si vinieran aquí el político tal o el político cual ¿le iba a preguntar si le va a hacer un monumento a usted? Eso no es justo".
"Yo nunca le he negado entrevistas a la SER"
Dos preguntas cortas para terminar. "¿Ve consolidado a Zapatero?" Rajoy echó un cable a su rival: "Si Zapatero perdiera las elecciones tampoco pasa nada, Felipe Gonzalez perdió dos elecciones y Aznar perdió dos elecciones". Pero Gabilondo le cortó: "Si pierde usted, sí pasa algo". Y el líder popular se salió a la gallega: "Bueno, yo estoy en la situación que es la que es. Todas las situaciones son distintas".
Como no podía ser de otra manera, Gabilondo no pudo terminar la entrevista sin darle un puyazo a Aznar: "Si fuera usted presidente aceptará entrevistas a la Cadena SER" (algo que no ha hecho el todavía presidente del Gobierno). La respuesta, la esperada: "Sí, señor. Yo nunca le he negado entrevistas a la Cadena SER, como usted bien sabe".