Discursos íntegros: 
El debate comenzó con una larga y tediosa intervención de José Luis Rodríguez Zapatero. No hubo anuncios, como se avanzó, ni grandes novedades en sus argumentos: volvió a hablar de "recuperación" en poco tiempo, afirmó que a finales de año ya habría creación de empleo y prometió que controlaría el déficit. Hubo menciones a sus últimas medidas, como la ley de Economía Sostenible o la futura reforma laboral, pero ninguna medida concreta y sí falsos pronósticos. En cuanto a la petición de Pacto de Estado en la que se enmarcaba este debate después de que el Rey hablara de "grandes acuerdos", el presidente del Gobierno insistió en pedir apoyo para sus medidas. En este punto, hizo el único anuncio que tenía algo de novedoso tras la letanía de medidas: la creación de una comisión negociadora con Sebastián, Blanco y Salgado para llegar a acuerdos en los próximos dos meses. Así respondía a las peticiones de pacto de Estado.
El líder del PP se subió a la tribuna echando en cara a Zapatero el alarmante deterioro de la economía con un Ejecutivo al frente que evidencia "desgobierno y falta de rumbo". "Somos la comidilla de nuestros socios europeos. ¿Qué está pasando? Veníamos a escuchar explicaciones, no letanías, autosatisfacciones y buenos augurios", reprochó. Rajoy arremetió contra Zapatero citando el caos de las últimas semanas y, de nuevo, las mentiras del presidente. "A veces pienso que no estamos hablando del mismo país", apuntó. Rajoy añadió: "¿Qué es lo que va bien?". Además, le pidió que explique por qué le preocupa a la Unión Europea una situación que "usted dice que mejora día a día". Por ello, le recordó que esta preocupación viene de "esa deuda oceánica que ha cargado a nosotros, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos".
"No inspira confianza porque niega la realidad con afán de engañar", continuó el líder de la oposición, que añadió que "la pérdida de confianza está en su forma de actuar". Por ello, indicó que esta falta de confianza viene de "no tomar medidas adecuadas". El popular indicó que teme que estemos "ante un nuevo anuncio para salir del paso, como ya nos tiene acostumbrados". "La realidad no perdona el engaño", sentenció, para instarle a que "no busque culpables más allá de su escaño". En su opinión, en Europa no miran con malos ojos a Zapatero, sino que simplemente "ahora le conocen". En este contexto, le instó a no buscar "conspiraciones". "España es un país serio, el gobierno de su señoría, no", sentenció.
Después, estableció sus condiciones para llegar a pactar con el Gobierno, que pasan por una rectificación en sus políticas económicas: anunciar que deja sin efectos las subidas de impuestos; que se pone en marcha para los autónomos la decisión de no exigir el pago de IVA hasta que la factura esté cobrada y que esté dispuesto a acometer más reducción del gasto público del que ha anunciado. Además, añadió la propuesta de disminuir en un 25 por ciento el número de altos cargos aprobada por el Parlamento "esta misma semana por mayoría" y le reclamó también que anuncie "aquí y ahora" que va a modificar "de forma inmediata la Ley General presupuestaria para establecer techos de gasto y límites de endeudamiento a todas las administraciones públicas".
Reprochó al presidente que venga a la cámara a pedir ayuda, diálogos, acuerdos cuando ha rechazado todas las ofertas para combatir la crisis. Antes de terminar, dio al presidente varias opciones: la primera, que "rectifique a fondo" su política económica. La segunda, que disuelva las Cortes y deje gobernar a otros. Y la tercera y más llamativa, un mensaje dirigido al PSOE: "Ya no me refiero al señor Rodríguez Zapatero, es que ustedes, que ganaron las elecciones y tienen una mayoría legítima en esta Cámara e invistieron como presidente al señor Zapatero, reconsideren su posición".
Zapatero no contestó de inmediato al líder del PP sino que antes hablaron todos los portavoces del resto de grupos. Tras escuchar las críticas de todos ellos, subió a la tribuna y tumbó en la réplica la frase estrella de Rajoy: "La principal alternativa de sus conclusiones es que mis compañeros hagan lo que usted no ha sido capaz porque ha perdido dos veces las elecciones conmigo. Eso es una falta de valentía. No pida a mis compañeros que me retiren la confianza. Tenga valentía y coraje y proponga una moción de censura". Para Zapatero no es "elegante" pedir a "mis compañeros que me releven". "Por respeto. Yo nunca me atrevería" a pedírselo al PP. Después, su discurso se centró en criticar la, a su juicio, "incoherencia" del PP y le acusó también de no saber "ni hacer números" al criticar sus políticas. Insistió en que él sí tiene "rumbo" y "plan" y, al hablar del paro, dijo en tono solemne que él asume la responsabilidad de un mal que, destacó, es "un problema estructural".
En su respuesta, Rajoy recordó que no tiene apoyos suficientes para presentar la moción y mostró asombro por el reto del presidente: "Le ha molestado que ponga a los diputados de su grupo frente a su responsabilidad. Ellos tienen que optar si podemos seguir dos años más así o tomar otras decisiones. Es la primera vez que un presidente de gobierno invita al líder de la oposición a presentar una moción de censura. Si de mí dependiera y tuviera votos usted no estaría sentado ahí. Hay gente en esta cámara que también tiene su responsabilidad". Después, insistió en la falta de credibilidad y seriedad del Gobierno: "No confunda a España con su persona, que son dos cosas muy distintas".
Zapatero y Rajoy, "muy contentos" tras el debate
Ya en los pasillos del Congreso, presidente y líder de la oposición han valorado el debate. José Luis Rodríguez Zapatero aseguró haber visto a los grupos políticos "muy receptivos" con las propuestas de pacto que ha realizado y dijo haber hecho el "máximo esfuerzo" pensando en el PP.
En este sentido, dijo estar "muy contento" con el rifirrafe, que calificó de "muy positivo". Los diputados socialistas también salieron contentos del debate, tras una primera parte en la que se les vio algo alicaídos ante la fuerza de la intervención de Rajoy, informa Pablo Montesinos.
El líder de los populares, por su parte, también mostró su felicidad y destacó que ha puesto a José Luis Rodríguez Zapatero “contra las cuerdas”. En corrillo con los periodistas, Rajoy volvió a sentenciar que no pactará con el Gobierno si antes no cambia su errática política económica, si bien confirmó que si le llaman se sentará en la comisión anunciada por el presidente.
Los diputados del PP también han dado su opinión. Si en un primer momento salían en tromba a defender su líder, no ocurrió lo mismo tras el cara a cara. Según un veterano parlamentario, “Rajoy entró al ruedo en el asunto de la moción de censura y se equivocó”.