LD (Pablo Montesinos) Las más madrugadoras en acercarse al cuartel general de los populares (poco antes de las ocho de la tarde) fueron Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Lo hacían sonrientes y relajadas; sabían que los pronósticos eran buenos y que los habituales feudos del PP (Madrid y Valencia) estaban registrando una alta participación. Tras ellas llegarían el resto, incluidos Jaime Mayor Oreja y el líder del partido.
Una hora antes de conocer los primeros resultados, Ana Mato, coordinadora de la campaña electoral europea, hacía oficiales los augurios que se repetían en los pasillos: "somos muy optimistas, vamos a ganar". Y así fue, aunque tan sólo por 3,7 puntos y dos eurodiputados de diferencia con los socialistas.
Rajoy, puro en mano: "Ya os lo dije"
Un resultado que, pese lo escuálido, permite a Mariano Rajoy sacar pecho y cerrar, según fuentes consultadas en la misma noche electoral, cualquier atisbo de herida interna. El presidente del PP fue claro desde su ansiado balcón: "hemos ganado las elecciones y lo hemos hecho en buena lid... el mejor resultado de nuestra historia en unas europeas". La nueva estrategia surgida del Congreso de Valencia, afirmó, "ha sido avalada por los españoles".
Una percepción que también quiso dejar clara poco después, en corrillo con los periodistas. Puro en mano y con su mujer Elvira siempre a su lado, el líder de la oposición se mostró encantado con el resultado electoral y, en especial, con el obtenido en la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla La Mancha y Navarra. "Ya os lo dije", afirmó pletórico.
Además, agradeció a José María Aznar su "cordial" llamada y, aunque "no le daba importancia", quiso dejar claro que José Luis Rodríguez Zapatero no se había puesto en contacto con él. "Desde el Congreso de Valencia lo estamos ganando todo", sentenció.
Ambiente más tranquilo que en las gallegas
Por lo demás, este 7-J transcurrió en un ambiente mucho más tranquilo al vivido en los comicios vascos y gallegos. Menos nervios, y también mucha menos fiesta. Si bien es cierto que la madrileña calle Génova se tuvo que cortar ante la afluencia de alrededor de doscientos simpatizantes y militantes y que Rajoy (en compañía de Mayor, Aguirre y Cospedal) salió al balcón, en las cocinas del partido la augurada victoria tampoco supo a tanto.
Menos fiesta, y eso que no faltó ni el cava ni el vino. En la planta noble de la sede popular tal fue el trasiego de copas que hubo quien estaba "más contento de la cuenta". También estaban para celebraciones en la planta primera -la del PP de Madrid- ya que Esperanza Aguirre ha movilizado como nunca al electorado popular; saca el PSOE trece puntos de diferencia.
En declaraciones a los periodistas, la presidenta regional lanzó un claro mensaje a José Luis Rodríguez Zapatero: con la estrategia del dóberman y del miedo se pierden elecciones.