El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el portavoz del partido en la Eurocámara, Jaime Mayor Oreja, conversaron telefónicamente este miércoles sobre la advertencia del segundo de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha iniciado la segunda fase de la negociación con ETA.
Al líder de los populares no le pillaban por sorpresa las acusaciones de Mayor. En hasta tres reuniones del Comité de Dirección, el ex ministro le había planteado su “certeza” de que el Ejecutivo se había vuelto a sentar con los asesinos para abrir un nuevo marco negociador. A esto se sumaban las informaciones que le llegaban desde el País Vasco, que apuntaban a contactos entre dirigentes del PSE, y en especial de su presidente Jesús Eguiguren, con dirigentes de Batasuna-ETA, según pudo saber Libertad Digital.
Rajoy prometió hacer gestiones de puertas para dentro -incluso llegó a llamar a La Moncloa para pedir explicaciones-, pero en ningún caso le exigió a Mayor Oreja que rehusara hacer su diagnóstico. Por ello, explican fuentes conocedoras de la conversación de esta mañana, el tono de Rajoy fue “bueno, relajado y, en ningún caso bronco”.
Esto no quiere decir que el jefe de la oposición vaya a respaldar públicamente, al menos de momento, la tesis del ex ministro. En una conferencia pronunciada en Santander, y tras una cascada de exabruptos contra el eurodiputado venida incluso desde su entorno, Rajoy se mostraba conciliador -“hay que escucharle, yo en estas materias, le escucho”-, pero dejaba claro que el apoyo del PP al Gobierno en materia antiterrorista seguía intacto. La prueba de fuego: las elecciones municipales del próximo año.
Cospedal, mucho más dura, desautorizó a Mayor
Lo cierto es que la estrategia trazada por el presidente del PP no es nueva. A primera hora, lanzaba a su número dos, María Dolores de Cospedal, a desautorizar -en un tono muy duro- a su portavoz en la Eurocámara. “No hay pruebas fehacientes de que haya negociación con ETA. No las tengo yo ni tampoco la dirección del PP”, zanjó en una entrevista radiofónica.
Es más, Cospedal censuró a Mayor por ir “más allá de lo que hubiera pensado cualquier miembro” de la formación e insistió en que el PP “no tiene constancia de que exista esa negociación” ni tampoco de que ETA pueda apoyar al Gobierno para que gane las próximas elecciones generales.
Paralelamente, en los pasillos del Congreso de los Diputados, fuentes de la dirección nacional hablaban de un enfado “de traca” del líder popular ya que, argumentaban, “sabía de la opinión de Mayor pero no esperaba que fuera a llegar tan lejos o que sus palabras fueran a tener tanta repercusión”.
"Hay que escuchar a Mayor, yo le escucho"
Cuando ya todos, tanto dentro como fuera del PP, daban por hecho que Mayor había sido vilipendiado por Génova, Rajoy comparecía en un almuerzo coloquio en Santander para elogiar el olfato político del ex titular de Interior. “Yo creo que el señor Mayor Oreja tiene un profundo conocimiento de la materia antiterrorista. Ha sido un extraordinario ministro del Interior y, por lo tanto, hay que escucharle, y yo en estas materias, le escucho”, afirmó.
Acto y seguido, eso sí, reiteraba la postura oficial de su partido: el Gobierno ya negoció con ETA, lo que “fue un error”, y después rectificó y dijo que no volvería a negociar con la banda terrorista. Punto en el que, según dijo, nos encontramos, por lo que “el PP apoyará al Gobierno siempre y cuando mantengan esa rectificación y, por lo tanto, no negocie con ETA”. O lo que es lo mismo: de negociación, a día de hoy, nada de nada.
A partir de ahí, añadió el líder de los populares, hay un momento muy importante que es la celebración de las elecciones municipales del 2011, en las que espera que “ETA, Batasuna o cualquiera de sus franquicias no puedan presentarse”. “Si así es, porque el Gobierno actúa con contundencia y democráticamente, yo lo apoyaré, y si no hace y deja presentarse a Batasuna a unas elecciones, yo lo denunciaré”, concluyó Rajoy, quien participó en un foro organizado por El Diario Montañés.