El Partido Popular mantiene el apoyo al Gobierno en la lucha contra ETA, pero marca las líneas rojas que haría estallar el Pacto Antiterrorista y la alianza de gobierno en el País Vasco por los aires. "Estaremos vigilantes, muy vigilantes, no vamos a pasar ni una", asegura un dirigente del Comité Ejecutivo Nacional, reunido este lunes en Santiago de Compostela para diseñar la estrategia del curso político.
Y es que, según dicen, no son ellos quienes se tienen que retratar ante la última tregua-trampa de ETA, sino José Luis Rodríguez Zapatero. "La posición del PP es la misma de siempre, el único comunicado que nos importa es la disolución de la banda y el fin del terrorismo", ha argumentado Mariano Rajoy, que ha emplazado al Ejecutivo a seguir "con la misma política antiterrorista".
La prueba de fuego de que el presidente cumple su palabra es, según desgranó Rajoy, las elecciones locales y forales del País Vasco. Si se cuela una candidatura de ETA, arguye su entorno, "sabremos a las claras que el Gobierno está negociando" con los terroristas.
Zapatero no le llamó
Dejando claro el fondo, el jefe de la oposición tuvo tiempo para analizar las formas del Ejecutivo, y en este punto sí que se explayó. "A mí no me ha llamado ni el presidente del Gobierno, ni ningún miembro del Gobierno, ni del PSOE", criticó. De hecho, las fuentes consultadas por Libertad Digital desvelan que se tuvo que enterar del anuncio de ETA por los periodistas, "a quiénes sí tuvo tiempo de llamar" Zapatero.
Fue después de conocida la noticia cuando el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, telefoneó a su homólogo en Génova, Federico Trillo, para informarle de los datos de los que disponía. "No me han llamado, pero yo a través de los medios de comunicación explico hoy mi posición", zanjó Rajoy, para a renglón seguido sentenciar: "Nada ha cambiado, con ETA no se negocia".
Órdago envenado a Ruabalcaba
Dicho lo cual, el líder de los populares también tuvo palabras hacia Rubalcaba, quien criticaba este mismo lunes tanto a Jaime Mayor Oreja como a José María Aznar por advertir de un segundo tiempo de negociación con ETA. "Debe andar a los suyo, me inquieta verle negociar con el PNV, fue una foto sorpresiva", afirmó, no sin desvelar con qué intenciones lanzaba tal envenenado órdago.
Fuentes del aparato nos dan una idea: hay quien piensa en el PP que se están produciendo conversaciones entre el ministro y dirigentes del Partido Nacionalista Vasco sobre ETA, y que "la foto" de los Presupuestos Generales del Estado fue la mejor opción para esquivar a la opinión pública.
Y cómo no, Rajoy también tuvo que responder por el diagnóstico de Mayor Oreja. Del eurodiputado alabanzas por doquier: "Conoce perfectamente la lucha contra el terrorismo, fue un ministro del Interior de primera categoría y sus opiniones son tenidas en cuenta", enfatizó. Ahora bien, dejó claro que una cosa es lo que dice su portavoz en la Unión Europea y otra "la postura del PP", que recalcó, era única y exclusivamente la que él acaba de fijar.