El Gobierno sigue sin remitir al Partido Popular el documento sobre la reforma laboral, una vez fracasó la última reunión que se habían fijado el Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. Tal y como desveló Libertad Digital, la única noticia hasta la fecha en Génova es una llamada el jueves por la mañana del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, al responsable económico del partido, Cristóbal Montoro, para decirle que “tenemos que hablar”.
Unas formas que no gustan al líder de los populares, Mariano Rajoy, quien, sin embargo, no da todo por perdido. “El PP está dispuesto a pactar y a hablar”, ha dicho tras reunirse con el mundo del teatro, si bien ha lamentado que se dé prioridad a otras fuerzas políticas, en relación a la intención del Ejecutivo de pactar con CC, CiU y ERC. Este diario ya dio cuenta ayer del tremendo enfado del jefe de la oposición en este sentido.
Dicho esto, Rajoy no guarda muchas esperanzas en la negociación. “Estas cosas, como habitualmente hace el presidente del Gobierno, sin hablar se resuelven mal”, y más cuando “sobre los contenidos” de la reforma no sabe, hasta el momento, “absolutamente nada”.
Sí que están claros los objetivos “irrenunciables” de su formación, y de los que ha vuelto a dar cuenta: fomentar la contratación indefinida y modificar la negociación colectiva y adecuarla a la situación de las pequeñas y medianas empresas, que son la mayoría en España.
Dos años “mareando la perdiz”
Por último, en cuanto a la reunión en sí entre patronal y sindicatos, Rajoy lamentó que no hubiera acuerdo y calificó de “tremendo” que en estos dos años se haya estado “mareando la perdiz”, informa EFE. “Es muy triste que el Gobierno haya sido incapaz de propiciar el acuerdo y que, a estas alturas, no se haya hecho absolutamente nada”, añadió.
Cuando el Gobierno presentó el decretazo en las Cortes, continuó, “no tuvo a bien hablar ni plantear nada al PP ni tampoco voluntad de pactar” por lo que “espero que en este tema no ocurra lo mismo”.
En este sentido, apuntó que en España la reforma laboral es “inmensamente necesaria porque hay cuatro millones y medio de españoles que quieren trabajar y no pueden, y porque más del 40 por ciento de los jóvenes tampoco pueden hacerlo”. Y es que, a su juicio, se está “dilapidando” a una de las mejores generaciones de la historia de España.